TEL AVIV.– Durante más de dos años, el nombre de Avinatan Or fue sinónimo de ausencia y esperanza. Pareja de la rehén rescatada Noa Argamani, el ingeniero israelí de 32 años pasó más de 24 meses en cautiverio de Hamas, desde aquel trágico 7 de octubre de 2023 en que ambos fueron secuestrados durante el Festival de Música Nova, en Reim. Este lunes, la pesadilla llegó a su fin: Or fue liberado junto a otros 19 rehenes, y se reencontró con Argamani en Israel, cerrando una de las historias más conmovedoras del conflicto.
Avinatan, segundo de siete hermanos y oriundo de la colonia de Shilo, en Cisjordania, planeaba mudarse con su novia a Beersheva, donde él había estudiado ingeniería eléctrica en la Universidad Ben-Gurión y trabajaba para la empresa Nvidia. Ambos soñaban con formar una familia cuando los terroristas irrumpieron en el festival, abriendo fuego y secuestrando a cientos de jóvenes. Las imágenes de Noa Argamani, gritando desesperada “¡No me mates!” mientras era llevada en la parte trasera de una camioneta hacia Gaza, se viralizaron en todo el mundo y se convirtieron en uno de los símbolos del ataque.
Or fue capturado junto a ella. Según el relato posterior de su madre, Ditza Or, ambos pasaron horas escondidos en una zanja después de intentar huir en auto, hasta que fueron descubiertos. “Se dice que Avinatan tuvo la oportunidad de escapar, pero no quiso dejar a Noa en manos de los monstruos”, contó la mujer al Jewish Chronicle. “Pensé varias veces en lo que hubiera pasado si hubiese huido, pero sé que nunca se lo habría perdonado. No habría podido vivir consigo mismo. Fue muy leal, y estoy orgullosa de él por eso”.
Solo unas horas antes del ataque, mientras sonaban sirenas y misiles, Or había sido filmado diciéndole a Argamani: “Estoy tan feliz de que no seas una de esas chicas que tienen miedo de unos pocos misiles”. Esa grabación, recuperada por su familia, se transformó luego en una dolorosa premonición.
Cuando Hamas lanzó su ofensiva, Moshe Or, hermano mayor de Avinatan, comenzó a buscarlo desesperadamente. Sabía que su hermano estaba en el festival y temía lo peor. “Busqué en redes sociales cualquier señal. Finalmente encontré el video donde se lo veía siendo llevado por los terroristas. Así supe lo que había ocurrido”, contó a The Media Line.
Su madre, Ditza, una mujer británico-israelí residente en Jerusalén, vivió la noticia de manera desgarradora. Estaba observando el Shabat y no revisaba su teléfono cuando dos de sus hijos llegaron a su casa con la información. “Sabía que traían malas noticias y me negué a abrir la puerta”, recordó. “Decidí que no dejaría que eso entrara en mi mundo. Pero ellos insistieron y finalmente entraron con un psicólogo. No hay palabras para describir lo que siente una madre en ese momento. Es como si un rayo te golpeara desde todas las direcciones a la vez. Toda la luz desaparece dentro de ti, y queda solo la oscuridad”.
Durante dos semanas se negó a ver el video del secuestro. “Todavía no puedo mirarlo. Es demasiado doloroso saber que Avinatan estaba en manos de la bestia más cruel y terrible del mundo”, dijo al Jerusalem Post.
Noa Argamani, de 28 años, fue liberada el 8 de junio de 2024 junto a otros tres rehenes durante una operación militar israelí en el campo de Nuseirat, en el centro de Gaza. Tras su rescate, se convirtió en una de las voces más visibles de la campaña internacional por la liberación de los cautivos. En febrero de 2025 habló ante las Naciones Unidas, donde pidió la liberación de su novio y de los restantes rehenes. La revista Time la incluyó luego entre las 100 personas más influyentes del mundo.
En cada aparición pública, Noa insistía en preguntar por Avinatan. “No sabía si estaba vivo, y no quería conocer la respuesta, porque hubiera sido demasiado para mí. Hasta que mi novio y todos los rehenes estén en casa, no sanaré. Seguiré luchando tanto como pueda para traer a todos de vuelta”, declaró entonces.
Pese a la incertidumbre, la familia Or nunca perdió la esperanza. Avinatan fue visto vivo por uno de los rehenes liberados durante la tregua de noviembre de 2023, según informó el canal 12 israelí. Esa información, junto con pequeños indicios recibidos en los meses siguientes, alimentó la fe de sus seres queridos.
Durante su cautiverio, Or fue mantenido en aislamiento y sufrió graves privaciones. Los médicos que lo examinaron tras su liberación estimaron que había perdido entre un 30% y un 40% de su peso corporal.
Pocas horas después después de la confirmación de la liberación, las fuerzas israelíes compartieron la imagen más esperada: el reencuentro entre Noa y Avinatan. Según relató The Jerusalem Post, “se abrazaron con alegría tras dos años separados. Se besaron y luego se sentaron mirándose a los ojos, como si no pudieran creer que estuvieran juntos otra vez”.

La foto recorrió las portadas de todo el mundo. En ella se los ve agarrados de la mano, sonrientes, aunque visiblemente agotados. La liberación de Or pone fin a un cautiverio de más de 740 días, pero también abre una nueva etapa de recuperación física y emocional.
Sin embargo, según el personal militar israelí, su reacción al volver a ver a Noa fue inmediata: “Al verla gritó y se animó repentinamente. Se abrazaron y se miraron, saboreando la certeza de que la pesadilla había terminado”.
Agencias AFP y ANSA
 
															 
															 
															 
					 
							 
															
 
			
 
		 
		 
		