Había en el aire brisas de agosto de 2024, cuando Williams sorprendió al paddock al anunciar a Franco Colapinto como reemplazante de Logan Sargeant para las últimas nueve carreras de la temporada. Este 9 de enero, con las 20 butacas confirmadas para 2025 luego de que el 20 de diciembre Red Bull hiciera la última de sus jugadas y los pilotos de vacaciones, Alpine dio a conocer el contrato multianual que vinculará al argentino de los anuncios inesperados con el equipo francés de Fórmula 1.
El 27 de agosto de 2024, unos días después de que el piloto estadounidense estrellara el auto en el GP de Países Bajos, la noticia salió desde Inglaterra y explotó en Argentina: «Williams Racing anuncia que Franco Colapinto competirá con el equipo durante el resto de la temporada 2024 del Campeonato Mundial de Fórmula 1 de la FIA y participará desde el Gran Premio de Italia junto a Alex Albon. Utilizará el número de carrera #43».
Así, con ese comunicado, la escudería británica ascendía a quien en 2023 había incorporado a su academia de jóvenes pilotos y no tenía (para el resto) pergaminos suficientes para formar parte del Gran Circo. «Creo que es absurdo y no tiene sentido. Creo que el riesgo para el equipo y el piloto es mucho, mucho mayor que si hubieran traído a alguien con experiencia como Mick», criticaba Ralf Schumacher, que buscaba que su sobrino fuera el elegido para sustituir a Sargeant.
Franco fue visto de reojo por el resto de los equipos de la F1, porque no llegaba con grandes resultados de Fórmula 3 ni Fórmula 2, aunque sí había ganado algunas Sprint Races en ambas categorías teloneras. Pero pronto sus resultados -puntuó en su segunda presentación, en el difícil callejero de Bakú, y en el GP de Estados Unidos- lo fueron poniendo en la consideración de jefes de equipo como Christian Horner. «Sería un muy mal jefe de equipo si no preguntara si está disponible», había dicho en la previa del Gran Premio de San Pablo, donde se lo vio en plena negociación con Williams.
Consciente de que no había un lugar para su pupilo, Vowles comenzó a negociar mucho antes. «Quiero una posición para él en la que esté corriendo en 2025 e idealmente en la Fórmula 1«, dijo durante el GP de Singapur, la tercera de las nueve pruebas de fuego de Franco. También el piloto se animó a reclamar su lugar en Interlagos: «Si Williams no puede darme un asiento, lo normal sería que me dejen ir a otro lado».
Pronto la opción de Sauber se esfumó, cuando Gabriel Bortoleto fue confirmado como compañero de Nico Hulkenberg; y poco después se acabó el sueño de partir hacia Red Bull, luego de que Horner dijera que Colapinto era «un talento que quiere ganarse un puesto permanente en la Fórmula 1» y lo lograría en el futuro pero que Red Bull tenía «una gran cantera de talentos en el equipo junior», a la que finalmente le echaría mano al elegir a Liam Lawson e Isack Hadjar para sus equipos.
Sin embargo, como dice el dicho, cuando se cierra una puerta, se abre una ventana y así fue cómo apareció en el horizonte Alpine, empujado por el interés de Flavio Briatore. «Todos lo quieren en el equipo, no solo yo. Yo pienso que es muy bueno. Tiene mucha presión y lo hace muy fácil, pero es muy bueno», lo elogió el italiano en la largada del GP de Las Vegas, una que el piloto de 21 años casi no integra por el tremendo golpe de 50G en la clasificación. Ese día, Colapinto respondió con una actuación que lo llevó del pitlane al 14° lugar, en lo que fue otra victoria suya en la lucha interna con Albon, ya que el tailandés sumó su cuarto abandono en las últimas cinco carreras.
El final del año, con dos abandonos consecutivos en Qatar y Abu Dhabi, no condenaron las aspiraciones del argentino. «¿Del 1 al 10? ¡20! Cuando tanta gente está poniendo tanta intención para que algo ocurra, sería justo que ocurriera», había dicho María Catarineu en una de sus últimas apariciones públicas. Luego, se llamó a silencio, como su marido y también representante del piloto, Jamie Campbell Walter. Hasta este 9 de enero en el que, tras el receso que siguió al final de la temporada, se confirmó el acuerdo con Alpine.
«Del 1 al 10, quisiera darle a esta noticia de último momento un 20. Se ha trabajado mucho en esto durante varios meses y estoy muy contento con el resultado. Gracias a Williams y Alpine, y especialmente a Flavio Briatore por insistir en que esto funcionara, finalmente lo conseguimos. Franco, te lo mereces y espero con ansias lo que el futuro tiene preparado. A todos nuestros socios, un enorme agradecimiento por su apoyo y, por supuesto, a los fanáticos argentinos», escribió el británico en su cuenta de Instagram.
Briatore, hábil conocedor del paddock, supo cómo negociar con Williams (que le había puesto un precio de 20 millones de dólares a la cabeza de Colapinto) y logró convencer a los inversores de Alpine de pagar millones por un piloto muy joven, aun con el francés Pierre Gasly y el australiano Jack Doohan confirmados como titulares y el estonio Paul Aron y el japonés Ryo Hirakawa asegurados como reservas.
Tenía, es cierto, cartas para conseguir el apoyo. Franco tiene 21 años pero experiencia en un auto de F1 -lo que le daría a su equipo la «ventaja competitiva» que tenía, como dijo Vowles, un rival directo- y sponsors de un mercado argentino reconquistado (tanto que Globant se convirtió en socio oficial de la F1 hasta 2026) que ya confirmaron que renovarán su apoyo en esta nueva aventura. Además, el italiano vio más allá luego de la salida de Checo Pérez de Red Bull, ya que un mercado latinoamericano incluso más amplio ahora podría respaldar al argentino e inyectar a Alpine de un dinero que necesita.
Para Colapinto, en tanto, Briatore es un ícono, el responsable de llevar a dos jóvenes pilotos a la cima de la F1: lo hizo en los ’90 con Michael Schumacher y una década después con Fernando Alonso. El empresario tuvo un rol preponderante en su paso por Benetton y por Renault, logrando dos títulos mundiales con el alemán (1994 y 1995) y otros dos con el español (2005 y 2006). ¿Por qué no ilusionarse con que guíe ahora al argentino?
