MARSELLA.- Varias prisiones francesas fueron blanco de ataques coordinados en los últimos días, con quema de vehículos y disparos con kalashnikov, en lo que el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, calificó el miércoles de intento de “desestabilización” en medio de una ofensiva del gobierno de Emmanuel Macron contra el narcotráfico.
Macron prometió que las personas que “buscan intimidar” a los agentes penitenciarios y “atacan con una violencia inadmisible” las cárceles en Francia serán “localizadas, juzgadas y castigadas”.
Darmanin y el ministro del Interior, Bruno Retailleau, se comprometieron en los últimos meses a intensificar la lucha contra las drogas y la delincuencia organizada en el país.
La fiscalía nacional antiterrorista abrió el martes una investigación para tratar de identificar a los autores de estos ataques, que empezaron el domingo en cárceles como la de Tolón, en el sur de Francia.
En algunos casos aparecieron pintadas con la inscripción “DDPF”, acrónimo “derechos de los prisioneros franceses”.
Tres vehículos fueron incendiados la madrugada de este miércoles frente a la prisión de Tarascón, también al sur de Francia, en un estacionamiento “aislado, reservado al personal, vallado y con acceso asegurado por un código numérico”, declaró Laurent Gumbau, el fiscal de la ciudad.
“La República Francesa se enfrenta al problema del narcotráfico y está tomando medidas que desarticularán masivamente las redes criminales”, escribió Darmanin en la red social X.
El vestíbulo de un edificio de Meaux, al este de París, donde trabaja un funcionario de prisiones, también fue incendiado durante la noche, al igual que el auto de un funcionario de prisiones que trabaja en Aix-Luynes, en el sur de Francia, indicó el sindicato FO Justice en X.
A principios de semana, al menos seis prisiones que custodian a algunos de los líderes de las organizaciones criminales más peligrosas del país sufrieron ataques con armas de fuego e incendios provocados.
El episodio más delicado se produjo en la ciudad sureña de Tolón, donde se encontraron 15 impactos de bala en la puerta principal de una prisión tras un ataque con un arma de asalto militar “tipo Kalashnikov”, según agregó el sindicato.
La misma fuente explicó que “se incendiaron vehículos, se comenzó un fuego frente a las puertas de la cárcel e incluso se apuntó con armas pesadas” y en la ciudad de Aix, se dañó la puerta de la unidad local de vigilancia penitenciaria Eris.
En otro violento episodio, tres vehículos, dos de ellos pertenecientes al personal penitenciario, fueron incendiados en el estacionamiento de la cárcel de Villepinte, al norte de París, según una fuente policial. En el lugar se encontró un bidón de combustible, mientras las imágenes de las cámaras de seguridad mostraron a dos individuos incendiando autos.
Una fuente policial informó el martes que 21 vehículos fueron incendiados o dañados con grafitis desde el domingo.
En la ciudad de Nancy, un funcionario carcelario fue amenazado en su domicilio, mientras que en Marsella hubo un intento de incendio provocado.
Durante la noche del domingo al lunes, ya se habían provocado incendios en los estacionamientos de un centro de formación de personal penitenciario y de una cárcel cercana a París, indicaron varias fuentes.
Las inscripciones “DDPF”, aparentemente un acrónimo de “derechos de los presos franceses”, aparecían en muchos de los sitios atacados, lo que llevó a algunos medios de comunicación a especular con la posibilidad de que fuera obra de un grupo militante.
En cambio, las autoridades sospechan que los ataques, que incluían disparos a las puertas de las prisiones con fusiles automáticos AK-47, sonaban más a delincuencia organizada.
“Estos actos criminales son un ataque en toda regla a nuestra institución, a la república y al personal que sirve a la república cada día”, declaró el sindicato de la Fuerza Obrera del sector Justicia, que pidió una “respuesta firme y clara por parte del gobierno”.
La Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT, por sus siglas en francés) se está encargando de la investigación de los ataques, que también tuvieron como objetivo la Escuela Nacional de Administración Penitenciaria. La PNAT indicó que agentes de la Dirección General de Inteligencia colaborarán en la investigación.
Para el gobierno, lo ocurrido en las cárceles está relacionado directamente con la lucha contra el narcotráfico. Francia tiene incautaciones récord de cocaína y realiza masivos operativos contra las bandas involucradas en la comercialización. En total, se incautaron 47 toneladas de cocaína en 2024, más del doble del total del año anterior.
“Hay gente que intenta desestabilizar el Estado intimidándolo”, declaró Darmanin a la cadena CNews/Europe 1. “Lo hacen porque estamos tomando medidas contra la permisividad que existía hasta ahora en las cárceles”, añadió.
Darmanin recordó que busca acabar con las “redes de narcotráfico que siguen operando desde las cárceles”. “Ordenan asesinatos, blanquean dinero. Amenazan a policías, jueces, guardias penitenciarios, y se fugan”, afirmó.
El ministro de Justicia encabeza un proyecto que busca crear un régimen de detención especial para los mayores narcotraficantes del país. El objetivo del plan es mantenerlos en estricto aislamiento en instalaciones de alta seguridad.
Tras una serie de episodios violentos vinculados al narcotráfico y la fuga del narcotraficante Mohamed Amra —alias “el Mosca”— en mayo de 2024, el gobierno francés lanzó un plan de acción contra el crimen organizado. Durante su huida, dos agentes penitenciarios que lo escoltaban fueron asesinados. Amra fue finalmente detenido en febrero en Rumania, en el marco de una amplia operación internacional contra su red criminal.
Darmanin, que el martes dijo que los ataques eran actos de terrorismo, afirmó este miércoles que no podía excluir ninguna hipótesis, pero que personas vinculadas al narcotráfico podrían estar intentando atemorizar a las autoridades y a quienes trabajan en las prisiones. “Está claro que hay gente que intenta desestabilizar el Estado intimidándolo”, dijo a CNews y Europe 1.
“No daremos marcha atrás”, afirmó. “Si el Estado retrocede, no quedará nada, los franceses ya no estarían protegidos”, declaró el ministro.
Según una fuente de seguridad, no hay indicios de injerencia extranjera.
AFP
Años de importaciones récord de cocaína desde América del Sur a Europa transformaron los mercados locales de la droga y desataron una ola de violencia. A pesar de las incautaciones récord de cocaína en Francia, las bandas están cosechando ganancias inesperadas a medida que se expanden desde sus bases de poder tradicionales en ciudades como Marsella, a pueblos más pequeños poco acostumbrados a la violencia del narcotráfico.
La demanda de cocaína ha alcanzado un máximo histórico, con 1,1 millones de personas en Francia usándola al menos una vez en 2023, dijo Retailleau.
“Estamos tomando medidas muy firmes que están haciendo reaccionar a los narcotraficantes”, indicó Darmanin. “Algunos países se han rendido al narcobandidismo (…). Nosotros no estamos en esta fase, porque estamos tomando medidas muy firmes, pero no estamos tan lejos”.
Agencias Reuters, AFP y AP