Ni los autos ni los pilotos pudieron lucirse -o equivocarse feo- en un Gran Premio de China de Fórmula 1 que quedó condicionado por el juego de estrategias de los equipos a la hora de administrar los neumáticos y que tuvo al australiano Oscar Piastri, con McLaren, como cómodo ganador. Lo escoltó su compañero de equipo, el británico Lando Norris, que se mantiene al frente del campeonato mundial, y completó el podio el también británico George Russell (Mercedes). Cuarto fue Max Verstappen con un Red Bull indomable. No tuvo ritmo Lewis Hamilton, ganador de la Sprint del sábado, con su Ferrari. A tal punto que tuvo que acatar, a regañadientes, la orden de dejar pasar a Charles Leclerc. Y volvió a meterse en problemas el australiano Jack Doohan con un Alpine que no va ni para atrás ni para adelante: una mala maniobra para evitar el sobrepaso de Isack Hadjar y su Haas lo llevaron a recibir una sanción de 10 segundos que lo hizo caer al fondo del clasificador.