Cruzó la meta ubicada al final del Puente Alejandro III, en la explanada de los Jardines del Trocadero, se bajó de la bicicleta, la plantó en medio de la calzada, frente a él, elevó los brazos y miró al cielo. Y con la imponente Torre Eiffel de fondo, lanzó un puñetazo al aire a modo de festejo mientras la multitud que se habÃa convocado en el lugar llenaba el aire de aplausos y gritos de festejo. La postal, que bien podrÃa haber sido el final de una pelÃcula de Hollywood, fue la que le regaló al mundo Remco Evenepoel tras firmar un doblete dorado histórico en los Juegos OlÃmpicos de ParÃs 2024.
El belga de 24 años se impuso en la prueba de pelotón del ciclismo de ruta, que tuvo un nivel superlativo, porque la corrieron muchos de los nombres que suelen animar las grandes vueltas del circuito profesional, como el Tour de Francia, en el que el flamante bicampeón olÃmpico quedó tercero hace apenas dos semanas. Dominó con amplitud la carrera y parecÃa que iba a llevarse una victoria sin sobresaltos, pero increÃblemente, cuando le faltaban cuatro kilómetros para la meta, pinchó una rueda. Pero era tanta la ventaja que habÃa sacado, que tuvo margen para cambiar la bicicleta y encaminarse a su segundo triunfo en la capital francesa.
Es que hace seis dÃas, se habÃa subido además al primer escalón del podio de la contrarreloj y, con el oro que conquistó este sábado, se transformó en el primer hombre en la historia olÃmpica en concretar ese doblete dorado en una misma edición de los Juegos.
«Ganar dos oros en ParÃs es un sueño hecho realidad. ¡Y ser el primero en la historia en lograrlo es increÃble! He conseguido todo lo que querÃa conseguir este mes, terminar tercero en mi primer Tour de Francia y estas dos medallas doradas. No encuentro palabras para describir mi temporada», comentó feliz quien fue escoltado por dos franceses, Valentin Madouas y Christophe Laporte, que se quedaron las medallas de plata y de bronce.
Y, entre risas, reconoció que el inesperado problema que sufrió sobre el final de la prueba le dio un buen susto: «Un final un poco demasiado dramático para mi gusto. Estar casi seguro de ganar a falta de cuatro kilómetros y luego pinchar una rueda no ayuda a aliviar el estrés y la emoción del momento, pero menos mal que la reacción fue rápida y pude continuar».
ParÃs vibró con el paso de los ciclistas olÃmpicos a lo largo del extenuante y llamativo trazado de 273 kilómetros -el más largo de esta prueba en la historia de los Juegos- que tuvo punto de inicio y final en el Trocadero y que recorrió algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad y sus alrededores.

Cuando a las once de la mañana, el pelotón se alineó en la largada, entre los rostros que asomaban bajo los cascos se podÃa ver, por ejemplo, al neerlandés Mathieu van der Poel, campeón mundial de ruta el año pasado; al francés Julian Alaphilippe, dueño de los tÃtulos ecuménicos de la disciplina de 2020 y 2021; al belga Wout van Aert, plata en pelotón en Tokio y bronce en la contrarreloj que se corrió hace unos dÃas en ParÃs; y al danés Mads Pedersen, otro ex campeón mundial (2019). Todos ciclistas profesionales y rivales durÃsimos, que igual no pudieron hacer mucho ante el enorme dominio de Evenepoel.
También estaba el argentino Eduardo Sepúlveda, que sufrió la durÃsima prueba pero logró terminarla. El chubutense, que también forma parte del UCI Pro Tour, quedó muy retrasado entremezclado en el último pelotón y llegó en el 54° lugar. «Me faltó un poco de piernas. Hice lo más que pude», se lamentó el representante nacional al cabo de su tercera experiencia olÃmpica.
Tras un comienzo neutral, cuando las bicicletas rodaban con la pirámide del Museo de Louvre de fondo se puso en marcha el reloj. El Palacio de Versalles, la BasÃlica de Sagrado Corazón y el famoso Moulin Rouge, además de los coloridos suburbios Bougival, Beynes, Montigny-le-Bretonneux y Auffargis vieron pasar a los competidores antes del regreso al corazón de la Ciudad de la luz, ya con el pelotón dividido.

Y aunque en la subida de las calles empedradas del barrio de Montmartre se achicaron un poco las distancias entre los lÃderes y los perseguidores, nadie pudo alcanzar a Remco, que fue implacable en el tramo final con un ritmo infernal.
El belga cruzó la meta tras 6h19m34 de pedaleo y una ventaja de 1m11 sobre Madouas y 1m16 sobre Laporte. Quienes se perfilaban como sus grandes amenazas quedaron muy lejos: Van Aert fue 37° y van der Poel quedó 12°.
«Me puse a la ofensiva. SabÃa que Montmartre no era la subida que realmente me convenÃa, pero me lancé a fondo en cada repecho e intenté mantener la estabilidad», analizó Evenepoel. Y, como si hubiera sido sencillo conquistar ese segundo oro, cerró: «Al final fue suficiente, asà que ¿qué puedo decir?».