Eso sí, la victoria llegó por una insólita decisión arbitral. A 15 minutos del final del encuentro, el VAR, a cargo de Nicolás Lamolina, invitó a revisar una jugada a Sebastián Zunino. Era de la disputa en un salto entre Guido Carrillo y Alexis Maldonado.
El delantero de Estudiantes cabeceó y la pelota pegó en el brazo izquierdo del defensor de Banfield, que había quedado de espaldas y no estaba en posición anti natural. Es más: hasta dio la sensación de que había infracción de Carrillo por apoyarse sobre la espalda del jugador visitante.
La acción tuvo similitudes a la de Racing-Boca con Fabra y Nardoni, de la Academia, a quien también le tocó la pelota en la mano de espaldas pero Yael Falcón Pérez, tras revisarlo en el VAR, no cobró penal.
Poco le importó a Lucas Alario, claro, que con una buena ejecución convirtió el tanto del triunfo y su primero con la camiseta del Pincha. El ex River había entrado un rato antes y después fue clave para aguantar la pelota arriba.
Banfield, por su parte, quedó envuelto en la bronca. Si bien había hecho poco durante el partido, no fue menos que su rival y le peleó de igual a igual. Sin embargo, se fue con las manos vacías y le pasó lo mismo que con Barracas Central, en otro partido en el que fue perjudicado por un fallo arbitral.
El partido tenía destino de 0 a 0, pero el VAR y el árbitro principal lo modificaron con una grosera falla. Eso sí, Zunino ya tiene su premio: irá a la Libertadores masculina Sub-20 que se jugará en Paraguay dentro de tres semanas. Cosas del fútbol argentino.