A la hora de comprar un auto, optar por un modelo de segunda mano requiere mayor atención que comprar uno nuevo. Esto se debe a los múltiples aspectos mecánicos y trámites que tienen que realizarse antes de cerrar el trato.
Como medida extra de seguridad, siempe es una opción inspeccionar la unidad en compañía de un mecánico, para corroborar que esté en buen estado y confirmar que sea una buena opción de compra.
Ahora bien, durante esa revisión, uno de los factores a los que más atención debería prestarse es el kilometraje, puesto que este dato ayuda a determinar cuál es el desgaste real del vehículo, en base a las distancias que recorrió durante su vida útil.
Como primer paso, los expertos recomiendan revisar el odómetro en el tablero del auto: ahí se muestra el kilometraje que recorrió la unidad en total.
Para revisar el kilometraje, deben considerarse dos aspectos: por un lado, el tipo de vehículo y, por otro, su antigüedad. De esta manera se puede calcular el número de kilómetros recorrió en promedio por año y sacar conclusiones.
De acuerdo con información compartida por Kavak, empresa especializada en compraventa de autos usados, un auto compacto (de uso particular) recorre 20.000 kilómetros por año en promedio.
De esta manera, si uno está considerando adquirir un rodado de segunda mano con, por ejemplo, tres años de antigüedad, su kilometraje no debería ser mayor a 60.000 o 65.000 kilómetros.
Ahora bien, si el vehículo cuenta con un kilometraje menor al promedio, esto puede ser indicador de que el odómetro fue modificado (en otras palabras, adulterado) o que el auto no fue usado durante un periodo de tiempo extendido.
De lo contrario, en el caso de que el kilometraje que figura en el tablero sea mayor al promedio, podría tratarse de un vehículo muy usado y, por lo tanto, el desgaste va a ser, lógicamente, mayor.
En ambos escenarios, lo recomendable es verificar el estado del motor y sus componentes o, de ser posible, buscar otro modelo, dado que, a largo plazo, un auto desgastado podría traer múltiples problemas de mantenimiento y, en consecuencia, múltiples gastos.
verificar el estado del motor y sus componentes MMD Creative – Shutterstock
Dado a conocer el kilometraje recomendado a la hora de elegir un auto usado, es pertinente preguntarse cuál es el kilometraje máximo que, a la larga, este podría aguantar en buen estado. Esto va a depender de muchos factores, entre ellos el uso, desgaste y mantenimiento.
Según Clicars, la mayoría de los motores nafteros tienen una media de vida de 250.000 kilómetros, lo que equivale a un recorrido de 20.000 kilómetros por año. De esta manera, con el mantenimiento adecuado en tiempo y forma, un auto normal podría durar entre 13 y 15 años.
Es importante hacer énfasis en que el mantenimiento es una parte clave de la ecuación a la hora de elegir un auto usado. Esto implica su revisión y cambio constante del aceite, chequeo de presión de los neumáticos, labores de limpieza y supervisión del funcionamiento de sus sistemas, entre otras tareas.