España sigue siendo un país que atrae argentinos para vivir. Según datos del Instituto Nacional de Estadística de España (INE), hasta enero de 2024 había 415.987 personas nacidas en la Argentina residiendo en España, un número que fue creciendo año tras año.
Es que si se analiza el histórico, se puede ver el progreso que tuvo esta inmigración. En 2021 eran 302.594 los argentinos viviendo en ese país, por lo que la cifra registró un crecimiento del 37,4% en cuatro años. En ese contexto, muchos se preguntan cuál es el lugar más barato para vivir.
Un reciente relevamiento del portal inmobiliario español Fotocasa revela cómo se encuentra el mercado del real estate hoy en España, además de cuáles son las provincias más caras y más baratas para alquilar y comprar en ese mercado eurpeo.
A modo de marco, analiza el mercado de vivienda español en cuanto a los alquileres y muestra que, interanualmente, los precios han subido un 10,4% (febrero de 2024 a febrero de 2025). En números concretos, “un alquiler medio de un piso de 80 metros cuadrados en febrero de 2024 costaba 981,60 € al mes, mientras que un año después asciende a 1.083,20 € “, aclara el informe.
Para aquellos interesados en vivir en este país europeo, pero sin invertir todavía en la compra de una propiedad, las opciones de alquiler son varias. Si el análisis se centra en las más caras, el ranking de provincias es el siguiente:
Ahora bien, quienes cuentan con un presupuesto más acotado, las propiedades más baratas para alquiler en España son:
Para aquellos argentinos que se han instalado de forma permanente a este país y se encuentran analizando opciones para comprar un inmueble allá, es importante tener en cuenta que el precio medio del metro cuadrado en España se ubica en €2460, según fotocasa. De esta forma, una propiedad de 80 m² ronda los €196.800.
En ese sentido, las provincias más caras de España para la compra de propiedades en enero de 2025 son estas:
Por su parte, la provincia con el valor más bajo para compra es Ciudad Real, con un precio de €954/m².
LA NACION