Resulta que esta mañana, en ese penal que no es precisamente un five stars, apareció el combo sorpresa: fuerzas federales y provinciales —tipo “squad sorpresa”— que entraron con todo estilo en distintos rincones del edificio.
Entraron al Sector 2, Pabellón 4 (sí, justo ese donde siempre dicen “¿quién tocó la puerta?”), y empezaron a revisar como cuando tu mamá revisa bajo la cama buscando medias sucias.
Y lo que hallaron no fue el cargador perdido de alguien ni el control remoto extraviado… no: secuestraron droga, varios “gadgetitos” electrónicos, y otros “tesoros” que estaban de más.
Todo quedó empaquetado —no con moños, pero bien sellado— y enviado a la autoridad judicial. Ahora la causa la maneja la fiscalía federal, que seguro ya le puso un pin a todo ese entuerto.

