En un gesto de esos que hacen crujir escritorios y transpirar a más de un exfuncionario, el gobierno de Marcelo Orrego decidió ponerse el traje de Sherlock Holmes (versión sanjuanina) y lanzarse a investigar la gestión de Sergio Uñac. El objetivo: seguirle el rastro a los gastos, facturas, licitaciones, y a cualquier numerito sospechoso que haya salido de las arcas provinciales entre 2020 y 2023.
Los muchachos y muchachas del interbloque Cambia San Juan (una especie de Liga de la Transparencia, versión local, compuesta por Producción y Trabajo, Actuar, PRO y UCR) salieron con los tapones de punta y metieron una batería de pedidos de informes. ¡Batería completa, eh! Ni el manual de ARCA tiene tantas páginas.
¿De qué quieren saber? Básicamente, de todo lo que huela a dinero público. Piden detalles sobre el acueducto Gran Tulum, demandas judiciales contra la provincia, contrataciones directas, proveedores que aparecieron como por arte de magia, obras que costaron como si fueran pirámides egipcias y remedios financiados que no curaban ni el empacho. Todo. Quieren hasta los ganchos usados en cada expediente.
Los firmantes del “Operativo Claridad” son doce diputados con nombres tan serios que suenan a elenco de película de espías: María Rosa Lascano, Alejandra Leonardo, Marcela Quiroga, Juan de la Cruz Córdoba, y sigue la lista como si estuvieran por fundar una logia. Todos ellos afines al gobernador Orrego, por supuesto. Y todos con la linterna encendida buscando irregularidades como si fueran Pokémon raros.
Esta movida no es casual: ya en su discurso de asunción, Orrego había prometido auditar el estado financiero recibido. Porque claro, si hay algo que hace transpirar a los ex, no es el verano sanjuanino, sino la palabra “auditoría”. Así que a preparar el mate, los informes y los papelitos: se viene una temporada caliente de “Los Expedientes UÑ”.