Debido a una ola polar sin precedentes que elevó la demanda residencial por encima de 100 MM m³/día, el Gobierno activó cortes de suministro de gas naturales a estaciones de GNC con contratos interrumpibles –y en muchos casos también a las que tienen contratos “firme”– para priorizar hogares, hospitales y escuelas.
Impacto en San Juan
En nuestra provincia, varias estaciones tuvieron suspendida la venta desde el 2 de julio, en una medida que, en muchos casos, se extendió por varios días sin aviso previo.
Reacciones de los estacioneros
Los empresarios de GNC reclaman que consumen solo el 4 % del gas del país y que su actividad no provoca desabastecimiento. Además, cuestionan el canon adicional que pagan para garantizar mayor volumen y señalan que no recibieron compensación alguna durante los cortes, incluso aquellos con contrato firme.
Acciones legales en evaluación
A nivel nacional, se evalúan demandas por incumplimiento contractual debido al impacto económico: las estaciones no pudieron despachar gas, pero siguieron cubriendo gastos operativos como salarios, servicios e impuestos generales.
Las restricciones se extendieron por más de un día en provincias como Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Neuquén, San Juan, La Pampa, Río Negro y varias del norte. Aunque la prioridad fue el abastecimiento domiciliario, la industria y el transporte urbano también se vieron afectados.
Contexto y expectativas
A nivel nacional, el sistema ya fue considerado fuera de emergencia y se retomó el suministro a industrias y estaciones con contrato firme, aunque los cortes a consumos interrumpibles podrían seguir activos según evolución hídrica y térmica.
Expertos sostienen que la situación pone en evidencia falencias estructurales del sistema energético: falta de inversión sostenida, congelamiento tarifario, y obras públicas inconclusas como el gasoducto Perito Moreno operando parcialmente o estacionado.