TEL AVIV.- “El pueblo de Israel no ha olvidado a la familia Bibas. Unete a nosotros y mañana colorearemos juntos el país de naranja”. Este es el mensaje lanzado en las redes sociales por grupos de ciudadanos que decidieron vestirse todos de naranja este miércoles en todo el país para resaltar el color pelirrojo del cabello de Kfir y Ariel, de 2 y 5 años, los dos argentinos secuestrados por el grupo terrorista Hamas con su madre Shiri del kibbutz Nir Oz el 7 de octubre de 2023.
El padre Yarden, también tomado como rehén, fue llevado por separado.
De la madre y de los dos niños, la brigada Al Qassam declaró en noviembre de 2023 que murieron en un bombardeo israelí. Pero las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), en todos estos meses, nunca encontraron ninguna prueba.
También de Hannah Katzir los terroristas habían afirmado que estaba muerta, pero luego la liberaron durante el alto el fuego de noviembre de 2023. En los mismos días en que se deberían haber liberado también a los dos niños y la madre. Pero eso no sucedió.
Ahora, a la angustia de las familias se ha añadido el peso de la lista entregada por Hamas, con el número de secuestrados muertos y vivos entre los que permanecen en cautiverio después de la liberación de tres civiles mujeres y cuatro mujeres soldados: ocho de 26 no están vivos.
Los familiares de los secuestrados confirmaron que fueron informados por las autoridades de que, aunque la información del grupo terrorista es incompleta, corresponde a la evaluación de los servicios secretos israelíes.
Como civil y mujer, Shiri Bibas debería haber sido una de las primeras liberadas del nuevo acuerdo firmado en Doha. Pero no será liberada, ni tampoco sus hijos, ni siquiera el jueves, cuando deberían regresar a casa Arbel Yehud, la soldado Agam Berger y probablemente el rehén israelí-estadounidense Keith Siegel, que según las secuestradas liberadas no está en buenas condiciones de salud.
La familia Bibas declaró que sigue esperando: “Mantenemos viva la esperanza y seguimos esperando su regreso. Queremos claridad sobre su condición”, dijeron.
Por el contrario, no son muchas las expectativas de Yizhar, hijo del rehén Oded Lifshitz, que el martes declaró a los medios israelíes que siente “un gran temor” por la vida de su padre, que tiene 84 años y está en manos de Hamas desde hace más de 15 meses. La última vez que tuvo una señal de vida de su padre fue el día 25 después del secuestro.
Agencia ANSA
