Los equipos de rescate, que trabajaban en condiciones bajo cero y vientos fuertes, buscaban entre los escombros el miércoles después de que un fuerte terremoto en el Tíbet derribara miles de casas en una zona remota cerca de las faldas del norte del Monte Everest.
Decenas de miles de residentes estaban siendo trasladados a un lugar seguro mientras que decenas estaban recibiendo tratamiento por heridas.
Al menos 126 personas murieron y 188 resultaron heridas en el terremoto, que se produjo el martes por la mañana en el condado de Dingri, cerca de una de las ciudades más históricas del Tíbet, en el oeste de China, informaron los medios estatales.
El terremoto fue el más mortífero en China desde diciembre de 2023, cuando 151 personas murieron en un temblor de magnitud 6,2 en las provincias noroccidentales de Gansu y Qinghai.
Desde entonces, la zona ha registrado 660 réplicas, algunas de ellas con una magnitud superior a 3,0, según los medios estatales chinos.
Rescatistas realizan trabajos de rescate, en una aldea en el poblado de Changsuo del distrito de Dingri, en Xigaze, en la región autónoma de Xizang, en el suroeste de China, el 7 de enero de 2025. Un total de 126 personas habían muerto y 188 habían resultado heridas hasta las 19:00 horas de hoy martes a causa de un terremoto de magnitud 6,8 en la escala de Richter que sacudió esta mañana el distrito de Dingri de la región autónoma de Xizang, en el suroeste de China. (Xinhua/Jigme Dorje) Condiciones
Los supervivientes y los rescatistas han tenido que enfrentarse a temperaturas gélidas, ya que el mercurio bajó a un mínimo de menos 18 grados Celsius o 0 Fahrenheit por la noche.
Las recientes imágenes aéreas tomadas cerca del epicentro mostraron superficies lacustres congeladas y se espera que las temperaturas se mantengan bajas durante los próximos tres días, lo que podría reducir la ventana para rescatar a los sobrevivientes.
La verdadera magnitud de los daños fue difícil de determinar de manera independiente.
El Tíbet es una de las partes más inaccesibles y subdesarrolladas de China.
La seguridad se ha intensificado durante décadas debido a las tensiones entre Beijing y los tibetanos, muchos de los cuales han luchado por mantener su identidad cultural y tradiciones religiosas en un país dominado por los chinos Han.
Los periodistas extranjeros tienen prohibido viajar de forma independiente en la región.
Gran parte de las labores de socorro se centran en protegerse del frío.
La emisora estatal mostró imágenes de vídeo de los rescatistas montando carpas cubiertas con una capa aislante y aparejándolas con paneles de luz alimentados por generadores mientras los residentes desplazados, envueltos en mantas, se acurrucaban en catres y sillas.
Zhang Guoqing, el viceprimer ministro, visitó hospitale s y campamentos de tiendas de campaña el lunes por la noche.
Foco
El presidente ordenó a los equipos de rescate que se centraran en encontrar a los supervivientes restantes, prestar atención médica a los enfermos y garantizar que los desplazados tuvieran suficiente comida y abrigo para sobrevivir al gélido invierno.
Los equipos de rescate han sacado a más de 400 supervivientes de los escombros durante la noche.
Más de 30.000 personas fueron reubicadas en un lugar seguro.
Los medios de comunicación estatales chinos informaron de que se habían despejado los obstáculos de las carreteras y se había restablecido el suministro eléctrico en la mayoría de las ciudades y pueblos de los alrededores.
La emisora estatal mostró imágenes de soldados excavando entre los escombros con manos enguantadas y palas.
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