Dicen que quieren juntar al uñaquismo, al giojismo y al gramajismo en una misma lista. Bueno… ¡suerte con eso! Porque más fácil sería convencer a gatos, perros y canarios de compartir el mismo bebedero.
La verdad es que en los pasillos de la política provincial ya todos saben que ese famoso consenso es un mito urbano, como el Pombero o el Wi-Fi gratis en la Plaza 25. Si no se ponen de acuerdo a los abrazos, se viene el momento que todos temen: la Mesa Directiva, ese santuario donde nueve iluminados deciden el futuro del PJ… y de paso, reparten cargos como si fueran figuritas.
La Mesa está compuesta por cinco uñaquistas, tres giojistas y un gramajista. O sea, el uñaquismo tiene la mayoría y puede levantar la mano y llevarse todo, desde las candidaturas hasta las medialunas de la reunión. ¡Democracia, señores!
Y en medio del quilombo aparece Cristian Andino, el intendente sanmartiniano que suena para encabezar la boleta. Los giojistas y los gramajistas lo miran con cara de “este tipo no nos gusta ni ahí”, pero tampoco les alcanza el número para bajarlo. Porque el uñaquismo, con sus cinco votos, lo puede coronar rey de la lista aunque los otros pataleen.
Mientras tanto, la interna está prohibida. No porque se quieran mucho, sino porque temen que se arranquen los ojos en público y queden todos sangrando ante los votantes. Así que la Mesa Directiva carga con la presión de armar una lista que no sea un Frankenstein político y que además gane elecciones. Difícil, ¿no?
La gran verdad es que si no se ponen de acuerdo, la votación en la Mesa va a ser como tirar una moneda… cargada del lado uñaquista. Spoiler alert: el final ya está escrito y empieza con Uña y termina con quismo.
El calendario aprieta como faja de yeso: el 17 de agosto es la fecha límite para presentar la lista. Mientras tanto, se vienen días de teléfonos ardientes, reuniones secretas, traiciones, abrazos hipócritas y alguno que otro llanto en el baño. Todo para sacar una boleta que pueda seducir al votante sanjuanino y no haga agua antes de llegar a las urnas.
Juan Carlos Quiroga Moyano, presidente del PJ, dice que este es un momento de “oportunidad” para el peronismo. ¡Claro! Oportunidad para que se maten entre ellos, para que nadie sepa quién manda y para que todos quieran la lapicera.
Así que atentos, sanjuaninos: el “mucho diálogo y consenso” está por enfrentar su prueba de fuego. Aunque si falla, siempre queda la receta peronista de toda la vida: “Contá porotos, y el que tiene más, gana.” ¡Y a otra cosa!