Hay 2700 argentinos radicados en Países Bajos, donde se registra un PBI per cápita de 57.840 euros; las oportunidades en las ciudades más chicas y el problema de la vivienda
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- 22 de julio de 2024
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![Ir a notas de Gabriela Origlia](https://resizer.glanacion.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Flanacionar%2F0837a71a-54d8-4ac2-899a-acdab6e59cec.png?auth=2994bbc63038f18622fb2a81856718ca1071ecee01f6f8611850d3aadf561a93&width=80&quality=70&smart=false)
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“Carísimo” para vivir, “simple” para emprender y con “impuestos altos”. Así describen a los Países Bajos los argentinos radicados ahí -suman unos 2700 en total-. Posicionado en el puesto 42º de los 190 que conforman el ranking Doing Business que elabora el Banco Mundial, y con un PBI per cápita de 57.840 euros, el país ofrece un buen nivel de vida. Su nivel de corrupción está entre los más bajos del mundo. Y para los argentinos hay un plus: los neerlandeses los conocen y tienen en estima, porque desde ahí llegó su reina, Máxima Zorreguieta.
Los emprendedores argentinos radicados en Países Bajos y consultados por LA NACION coinciden en que hay dos dificultades principales que afrontan llegan con intenciones de instalarse: el idioma y el clima. El neerlandés es la lengua oficial del país y, si bien la mayoría habla inglés, el nivel debe ser muy bueno. Por otro lado, la constante lluvia, los días grises y las bajas temperaturas integran el combo al que hay que acostumbrarse en esta geografía a orillas del Mar del Norte.
![Acosta lleva 40 años radicado en Utrecht; alerta sobre la necesidad de "tener todos los papeles"](https://resizer.glanacion.com/resizer/v2/acosta-lleva-40-anos-radicado-en-utrecht-alerta-LTOYQFNUWJERDIX736JSQ7H5BA.jpg?auth=cdec90f92bcf852cee011b205500ffd6bf9c2de1833aaa824c2bd4ecb462c9b3&width=420&height=431&quality=70&smart=true)
Aunque la capital, Ámsterdam, es la ciudad más grande (unos 735.000 habitantes), los argentinos radicados aseguran que hay “oportunidades” en todo el país, incluso en localidades chicas allegadas a otras más importantes como Rotterdam, La Haya, Utrecht y Eindhoven.
Con una economía muy abierta, el sector servicios es fuerte. Hay industrias electrónicas y de tecnología que buscan personal capacitado de manera permanente. “Es un país que, desde el primer momento en que se comienza una actividad, hay que estar en blanco; hay facilidades, pero en este momento está muy complicado el tema inmigración. Hay que tener todos los papeles en regla, incluso es muy comprometedor dar trabajo a quienes no los tienen, se exponen a multas o cierres”, dice Luis Acosta, oriundo de Oliva (Córdoba), y que lleva 40 años viviendo en Utrecht. Hace joyas de papel y arte en hojas de hilo de seda de diferentes colores que lució la misma Máxima. “A los jóvenes que quieren emigrar, probar suerte, siempre los aliento a que lo hagan, pero insisto en que hay que venir con papeles y con dinero”, cuenta.
La también cordobesa Julieta Piacenza llegó hace nueve años a Ámsterdam, trabaja como estilista y, desde el arranque, se inscribió como autónoma: “El trámite es muy simple, hay que fijar domicilio de inmediato y pagar seguridad social desde el arranque, sino después cobran el retroactivo”, explica.
![Julieta Piacenza hace estilismo: "La tierra es un lujo"](https://resizer.glanacion.com/resizer/v2/julieta-piacenza-hace-estilismo-la-tierra-es-un-BNNF6ENVXNFGBB27JZOXV3QGTY.jpeg?auth=09181c982c5a064372dce5b4390ff4f9b2acdf571e35f47a1a5882d5f6394d08&width=420&height=420&quality=70&smart=true)
Cecilia Piccinini, administradora de empresas, está hace 20 años en los Países Bajos, es dueña de una empresa que se dedica a la liquidación de impuestos para autónomos, pequeñas y medianas empresas y consultas para abrir una compañía. Subraya que lo primero es el registro de domicilio -y advierte que es “muy difícil” conseguir vivienda hoy-. “Hay que llegar con pasaporte europeo, o con una pareja holandesa que demuestre que convive. Si no se tiene ese tipo de relación y no se es traído por una empresa es muy complicado”, describe.
Aunque la visa Working Holiday es para trabajar en relación de dependencia, se puede aplicar para autónomos, categoría que exige un mínimo de ingresos mensuales de 2100 euros, que es “no mucho para un país caro como este”, coinciden los emprendedores.
Para instalar un negocio los pasos son los siguientes: al registrar domicilio y automáticamente hay que contratar el seguro de salud, que es obligatorio. No hay salud gratis. La lista de pasos continúa con la inscripción de un formulario con todas las precisiones de la actividad en la Cámara de Comercio. Allí se realiza una cita presencial –”si no se maneja bien el inglés, lo mejor es ir acompañado”- de donde se sale con el registro y en menos de 15 días el interesado recibe toda la documentación, que incluye el número IVA y el de presentación.
Las presentaciones de IVA son trimestrales, si corresponde pagar, hay que hacerlo en el mismo mes de la declaración. “El responsable de las declaraciones a tiempo es el cliente -indica Piccinini-, reciben un calendario con las fechas. Hay que leer y agendar. Las reglas están y si no se cumplen, las hacen cumplir”. El IVA tiene tres categorías de 21%, 9% y 0%.
En los Países Bajos existe la regla del “empresario chico”: si se factura menos de 20.000 euros anuales no se paga IVA, superada esa cifra, se cambia de categoría y no se puede regresar más a la de abajo. Para un emprendimiento la categoría más conveniente, según Piccinini, es la de autónomo, al menos hasta facturar unos 150.000 euros por año.
Un mercado competitivo
La sanjuanina Silvina Rodríguez es nutricionista y se mudó al norte de Países Bajos, a Alkmaar, por el trabajo de su marido. Al segundo mes arrancó con el mismo emprendimiento que tiene en la Argentina, llamado Toto, que son muñecos de tela con tintes naturales, de los que se usan mucho en el sistema educativo Montessori. “Me compré una máquina de coser, me inscribí y empecé a trabajar -cuenta-. Accedí a los mercados, que hacen una selección de quién participa, tienen curaduría. Cuesta entender la audiencia. Hay que encontrar el público que valore el trabajo artesanal”.
![Cecilia Piccinini, dedicada a consultoría de empresas y liquidación de impuestos](https://resizer.glanacion.com/resizer/v2/cecilia-piccinini-dedicada-a-consultoria-de-N34ZJP765FHYNI6UIHLBJFO46Q.jpeg?auth=913290eb830a83930d51ade068aacd553694588c654946d34fcb00ba4a310d29&width=420&height=560&quality=70&smart=true)
Como al facturar menos de 20.000 euros al año no se requiere sumar IVA a las ventas ni hacer rendición, Rodríguez decidió bajarse de categoría a un régimen simplificado con lo que puede comercializar a mejor precio sus productos.
María’s Empanadas está en Eindhoven, su dueña es María Eugenia Rodríguez Rey. Lleva siete años en Países Bajos y está nacionalizada (el trámite incluye seis exámenes y cuesta unos 1000 euros). Ya en la Argentina tenía una casa de pizzas y empanadas y, desde que llegó, trabaja en gastronomía. Subraya que empezar un emprendimiento pequeño “es simple” y que cuesta unos 75 euros el trámite en la Cámara de Comercio. “A los dos días Hacienda se comunica con vos para dar los detalles de cómo son las declaraciones y presentaciones. Todos los datos están cruzados, absolutamente todo se conoce”, relata.
![Silvina Rodríguez y su hermana, dueñas de Toto](https://resizer.glanacion.com/resizer/v2/silvina-rodriguez-y-su-hermana-duenas-de-A72SVKBJONBEZJ3ANJ4W2WM2UA.jpeg?auth=ae0346dfc2f0684eedb83e09251196f596c2f5b9117b13bfe2721746530bf778&width=420&height=305&quality=70&smart=true)
En un caso como el suyo, hay inspecciones para auditar el cumplimiento de las exigencias bromatológicas y de los etiquetados. “Todo debe estar en regla, sino las multas son elevadísimas”, sintetiza Rodríguez Rey.
En CABA, Sophie Canil estudiaba Veterinaria. Se mudó hace seis años a Eindhoven, con una “visa de pareja”, a la que se accede fijando un domicilio en la misma dirección. Ya tiene la ciudadanía. El primer año trabajó en relación de dependencia en locales de ropa, pero ya en los últimos meses hizo convivir esa tarea con la de cuidar animales.
![Sophie Canil: "La vida es cara, pero se gana bien", define](https://resizer.glanacion.com/resizer/v2/sophie-canil-la-vida-es-cara-pero-se-gana-bien-7CZIUBVP5ZDBHHK4UZ7GX7JL7Y.jpeg?auth=13b5de45d0b029b6296313a14849b1a42eb77cef289aa82e6dd0354e252dc511&width=420&height=747&quality=70&smart=true)
“Los amo y tengo conocimientos -señala-. Cuando decidí dedicarme solo a esto, en julio de 2022, fue porque ya tenía una base de clientes que había empezado a crecer”. Para graficar lo “estricto” que es el esquema tributario neerlandés, recuerda que un año viajó a la Argentina y no hizo la declaración porque había facturado cero. “Me llegaron 5600 euros por no haberla presentado. Casi me muero, hice la explicación y me cobraron 80. No dejan pasar una. Lo mejor es contratar una contadora porque un error puede costar miles de euros”, sugiere.
“Acá nadie puede esconderse de Hacienda -sostiene Acosta-. Hay mucho control, también de parte de las empresas con las que se trabaja, todas dan comprobante y lo exigen. Esas son las reglas y las hacen cumplir”.
La tierra, por las nubes
El nombre de Países Bajos viene, precisamente, de que una buena parte de sus territorios están debajo del nivel del mar. En el siglo XII, con una técnica llamada pólder, empezaron a recuperar lo que el agua les quitaba. Lo que hacían era aislar con diques segmentos de mar, dragar el agua y secar el terreno. Después, crearon los canales característicos que les permiten reencauzar las corrientes.
“El precio de la tierra es un lujo -describe Piacenza-. Durante la pandemia del Covid bajaron los alquileres, pero ahora es imposible. Un departamento de unos 50 metros cuadrados cuesta entre 1700 euros y 1800 euros; hay localidades más pequeñas cercanas a las grandes que están bien conectadas y tienen precios más accesibles”.
![María Eugenia Rodríguez Rey y su socia, María José Faus Ivernont, tienen su emprendimiento en Eindhoven](https://resizer.glanacion.com/resizer/v2/maria-eugenia-rodriguez-rey-y-su-socia-maria-jose-GNTTLRBGG5A5XHNYBI4B3BMC3M.jpeg?auth=4b20d4561699e8ef8b1f6ce02097199c11dc00ce3d3d158f8c7ff35eb08c737a&width=420&height=564&quality=70&smart=true)
Coincide Acosta en que Ámsterdam es la ciudad más cara y que es “prácticamente imposible encontrar para alquilar”. Menciona incluso que se está dando algo que no era frecuente en el país, que es que los hijos viven hasta muy grandes con los padres o con abuelos. “También hay problemas para comprar; hay una falta total de inmuebles”, apunta. En las periferias de las ciudades grandes, lo mínimo que se paga por un departamento son 1500 euros.
Añade un dato más: en Países Bajos hay alquileres subsidiados a los que pueden acceder individuos o familias que no llegan a determinado nivel de ingresos: “Son viviendas que están en los mismos barrios que las otras, aquí no hay ghettos”.
“Vivir es caro, pero es posible”, acota Rodríguez Rey. Un sueldo bruto promedio en el sector gastronómico con antigüedad es de entre 2700 y 3000 euros. Canil añade que, en su ciudad, Eindhoven, en el sur del país, el mayor empleador es una compañía electrónica que paga sueldos base de unos 4000 euros, “entonces no hay qué alquilar, porque los precios vuelan”. Sin embargo, admite que la hora de trabajo se paga mejor que en otros lugares de Europa, unos 16 euros la hora en un supermercado. “Hay cuestiones que no son un lujo, como tener un auto, que se puede comprar desde los 2000 euros, o un par de zapatillas de marca”, precisa.
El seguro médico, que va entre los 120 y los 180 euros mensuales, lo debe contratar cada habitante de Países Bajos; a lo sumo su empleador pagará una parte. Las prácticas especializadas -que incluyen desde ginecología a oftalmología- se pagan aparte.
Para una familia de cuatro integrantes, Rodríguez estima que se necesitan como mínimo 4000 euros por mes. Ratifica que se trata de un país caro. “Lo es el transporte público, por ejemplo, y no tanto la compra del supermercado. Sí la calidad de vida es muy linda, sobre todo para los chicos”, remata.