Todos tenemos días en los que nos sentimos un poco apagados, con dudas, o con miedo a mostrar algo nuevo de nosotros mismos. A veces nos pasa por lo que creemos que otros van a pensar, o porque sentimos que no estamos “a la altura”.
Pero, ¿y si hoy fuera el día para darle una oportunidad a eso que venís postergando? Puede ser arrancar un proyecto, empezar una relación, cambiar de carrera o simplemente animarte a hacer algo distinto.
La verdad es que muchas veces somos nosotros mismos los que nos frenamos. Pensamos demasiado en las opiniones ajenas, en lo que falta mejorar, en lo que otros podrían decir… y dejamos de lado lo que realmente queremos.
¿Y si en lugar de esconderte, te mostrás tal cual sos? Con tus ideas, tus ganas, tu estilo. No hace falta ser perfecta para brillar. Solo hace falta animarse.
Cuando actuás desde lo que realmente sentís, todo empieza a alinearse. Y sí, puede dar miedo, pero también es liberador.
Vestite como te gusta, reíte fuerte, opiná sin miedo y probá cosas nuevas. Lo más probable es que no solo te sientas mejor, sino que hasta inspires a otros a hacer lo mismo.