WASHINGTON.- Donald Trump volvió este fin de semana a recurrir a la inteligencia artificial para construir su imagen política. El sábado por la noche, publicó un video de 19 segundos en el que aparece piloteando un avión de combate decorado con las palabras “King Trump” y arrojando ráfagas de barro sobre una multitud de manifestantes.
La escena, generada íntegramente por IA, fue interpretada como una respuesta directa a las más de 2600 protestas “No Kings” (No a los reyes) que se desarrollaron ese mismo día en todo Estados Unidos y en varias capitales extranjeras.
En el clip, un Trump con una corona dorada sonríe desde la cabina del avión “King Trump”, que sobrevuela un paisaje urbano ficticio y lanza chorros un material que simula ser barro sobre los manifestantes. Uno de ellos, tomándose una selfie, captura el momento en que la multitud queda cubierta por el líquido. La secuencia final muestra lo que parece ser Times Square bajo la “lluvia” marrón, mientras suena ‘Danger Zone’, el clásico de Kenny Loggins usado en la película ‘Top Gun’.
Las imágenes circularon pocas horas después de que millones de personas salieran a las calles en todos los estados del país. Las manifestaciones, convocadas bajo el lema “No Kings”, denunciaron lo que consideran las tendencias autocráticas y las acciones antidemocráticas del mandatario. Los organizadores, entre ellos la red progresista Indivisible, afirmaron que fue la tercera y más masiva movilización desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, en un contexto marcado por el cierre del gobierno federal, que lleva 18 días y ha paralizado servicios y programas sociales.
Las marchas comenzaron fuera de Estados Unidos, con centenares de manifestantes frente a la embajada estadounidense en Londres, y otras concentraciones en Madrid y Barcelona. “No hay nada más estadounidense que decir ‘no tenemos reyes’ y ejercer nuestro derecho a protestar pacíficamente”, dijo Leah Greenberg, cofundadora de Indivisible.
En Washington, los manifestantes colmaron el Mall y marcharon hacia el Capitolio entre banderas, carteles y disfraces en un ambiente carnavalesco. Cuatro activistas vestidos con uniformes de prisión y máscaras caricaturescas de Trump y sus funcionarios sostenían un cartel que decía “Acúsenlo otra vez”. Otros, como Aliston Elliot, que llevaba un tocado de la Estatua de la Libertad, explicaron: “Queremos mostrar nuestro apoyo a la democracia y luchar por lo que es correcto”.
Protestas similares llenaron Times Square en Nueva York, el Boston Common, Grant Park en Chicago y el centro de Houston, donde Daniel Aboyte Gamez, un veterano del Cuerpo de Infantes de Marina, declaró: “Estados Unidos se fundó para actuar contra los tiranos, contra los reyes. No entiendo lo que está pasando en esta nación en este momento”.
El malestar de los manifestantes reflejó la frustración por las medidas de Trump en sus primeros diez meses de gestión: endurecimiento de la ley migratoria, reducción del empleo público y recortes de fondos a universidades de élite, acusadas de tolerar protestas pro-palestinas o políticas de diversidad. En varias ciudades, el presidente ha desplegado tropas de la Guardia Nacional, alegando motivos de seguridad.
Desde el Congreso, los líderes republicanos respondieron con dureza. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, calificó las marchas como “una manifestación de odio a Estados Unidos”, mientras otros dirigentes llamaron a los manifestantes “comunistas” y “marxistas”. Algunos republicanos los culpan además de prolongar el cierre del gobierno.
Ante esa retórica, muchos participantes adoptaron un tono irónico. “Esto es Estados Unidos. No creo que no amen al país, pero están equivocados y hambrientos de poder”, dijo Brian Reymann en Washington, envuelto en una gran bandera estadounidense.
Trump se refirió por primera vez a las protestas el viernes, en una entrevista con Fox Business, al afirmar: “Dicen que se refieren a mí como rey. No soy un rey”. Pero el domingo endureció su posición: “No soy un rey. Trabajo día y noche para hacer grande a nuestro país. Las protestas fueron pequeñas y patéticas. Esa gente no representa a Estados Unidos”.
El presidente ya había sido criticado en octubre por difundir un video deepfake en el que el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, insultaba a sus propios correligionarios y se incluía una caricatura racista del jefe de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries. El vicepresidente JD Vance defendió entonces el video al decir que “es divertido” y que “burlarse de las absurdeces demócratas también es parte del juego político”.
El uso de imágenes y videos generados por IA se ha vuelto habitual en el ecosistema republicano. El viernes, la cuenta oficial de los senadores del partido publicó un anuncio de ataque contra Schumer con una versión deepfake del senador declarando: “Cada día es mejor para nosotros”, en medio del cierre del gobierno.
Agencias AP y Reuters
 
															 
															 
															 
					 
							 
															
 
			
 
		 
		 
		