El revelador video que expone las fallas de seguridad en el atentado contra Donald Trump en Estados Unidos

Donald Trump comenzó a dar su discurso a las 18.05 en Butler, Pennsylvania, en un acto de campaña que pasó a la historia por lo que vino después. A las 18.11 sonó una ráfaga de disparos. El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos se tomó la oreja derecha y se arrojó al piso, en medio del estupor general. Los tiros los efectuó Thomas Matthew Crooks (20), un joven que se posicionó en un techo cerca del predio donde se hizo el acto y que minutos antes había merodeado la zona. Su actitud alertó a los agentes de policía y de Servicios Secretos, que incluso hicieron circular una foto del sospechoso. Estaban en alerta. Pero le perdieron el rastro y, cuando lo encontraron, ya fue demasiado tarde.

Toda la secuencia quedó registrada en un video que The New York Times (NYT) publicó este jueves, cinco días después del atentado contra Trump. Allí, el diario estadounidense reconstruyó con detalles precisos los minutos previos al ataque, el recorrido de los disparos y las advertencias que recibieron los agentes de seguridad. Foto a foto, video a video, segundo a segundo, así fue el episodio completo según NYT.

El video dura 6 minutos y 26 segundos. Es una versión actualizada de una primera reconstrucción que NYT publicó el domingo pasado. El dato más revelador es que los Servicios Secretos estaban alertados de la presencia de un hombre en actitud sospechosa minutos antes del inicio del discurso de Trump.

«Cómo la seguridad de Trump fracasó en evitar el intento de asesinato», se titula el trabajo del NYT. Comienza con el video que tomó un seguidor de Trump fuera del predio, a metros de donde Crooks se trepó a un techo con el cuerpo a tierra. Sigue con un cambio repentino en la posición de un equipo de seguridad y con los gritos de los testigos: «Tiene un arma». Luego llegaron los disparos, la desesperación y la muerte.

De acuerdo al trabajo del NYT, los francotiradores oficiales tomaron su posición minutos antes del acto, mientras los seguidores terminaban de ingresar al predio donde hablaría Trump. Su tarea era custodiar el área circundante en busca de potenciales amenazas.

También oficiales de policía y seguridad locales recorrían a pie las cuadras cercanas. Allí vieron caminar a un hombre sospechoso, una hora antes del ataque. El hombre, vestido de gris y con gorra en la cabeza, merodeaba con una mano en el bolsillo. Era Thomas Matthew Crooks.

Un agente de policía lo fotografió 20 minutos antes del atentado. Le resultó sospechosa su actitud. La imagen circuló entre integrantes de los grupos de seguridad pero, enfatizó NYT, le perdieron el rastro.

El alerta volvió a activarse a las 18.09. Lo hicieron los seguidores que observaron a Crooks encaramarse al techo. Ese dato ya había sido publicado por el diario en su informe del domingo. Había al menos un oficial de policía en el lugar, aunque no se lo vio responder.

Los francotiradores de la custodia oficial se pusieron en posición instantes más tarde. Fuera del predio, un policía intentó subirse al techo, pero desistió de hacerlo cuando el atacante le apuntó con el arma. El revuelo llegó a las afueras del lugar, con corridas.

Luego llegaron los disparos. El estupor, los heridos y los muertos en la tribuna. El Presidente, herido en el suelo del escenario, y los agentes de los Servicios Secretos a su alrededor.

«¿Por qué se permitió que el expresidente siguiera en el escenario cuando se detectó la amenaza minutos antes del atentado contra su vida?», es la pregunta con la que concluye The New York Times.