En un contexto global marcado por la inestabilidad geopolítica y la incertidumbre económica, los metales han vuelto a ser una inversión clave. El oro, como activo refugio, alcanzó un nuevo récord histórico en marzo, mientras que la plata siguió la tendencia alcista, aunque el litio continúa su caída. En paralelo, avanzan importantes proyectos de cobre.
En la reciente condecoración a Huerta de Soto, Milei afirmó que la economía argentina crece al 10%. Según el Índice de Precios de las Exportaciones Minerales, elaborado por la Secretaría de Minería, el valor de las exportaciones de minerales subió un 3% intermensual, manteniéndose en niveles altos históricamente. «Esto refleja que los precios internacionales siguen siendo positivos para las exportaciones mineras del país», aseguró el informe.
El oro cerró el mes pasado en USD 2.983 por onza, lo que representa un aumento del 38,2% interanual y un 3,1% mensual. En la última semana, alcanzó un nuevo récord de USD 3.500 por onza.
El aumento en el precio de los metales se ha dado en gran medida por la incertidumbre global, desde la guerra en Ucrania hasta el temor a una recesión mundial. Según Bloomberg, el oro se revalorizó un 114,8% desde noviembre de 2022 hasta abril de este año.
En cuanto a la plata, su precio alcanzó los USD 33,2 por onza, registrando un incremento del 35,4% respecto a marzo de 2024 y un 3,2% comparado con febrero.
En contraste, el litio ha sufrido una caída significativa debido a la menor demanda en mercados clave y al aumento de la oferta global. En marzo, su precio bajó un 28,8% interanual y un 3,8% mensual, ubicándose en USD 9.447 por tonelada. Además, el lanzamiento de una nueva batería de sodio por parte de la gigante china CATL ha generado inquietud en la industria, dado que podría reemplazar al litio en vehículos eléctricos.
Por otro lado, el cobre experimentó un incremento de precio del 12,1% interanual y 4,4% mensual. Este aumento fue impulsado por la posible imposición de aranceles estadounidenses y los estímulos en China, además de los desequilibrios en la oferta global. Varias empresas están avanzando en proyectos clave de cobre, como AbraSilver en San Juan, que ha hecho un importante descubrimiento en el proyecto La Coipita.
En el sector del cobre, el gigante minero BHP proyecta que la demanda global de cobre superará los 50 millones de toneladas anuales para 2050, lo que representa un incremento del 70% respecto a los 31 millones actuales. Este crecimiento se debe a varios factores, como la modernización de economías emergentes, la transición energética hacia fuentes renovables, y el aumento del uso de cobre en la tecnología, como centros de datos y vehículos eléctricos.