Tras la derrota en la final de la Supercopa Internacional, River regresó este jueves al mediodía al país, Marcelo Gallardo les dio libre a los jugadores y este viernes por la mañana se reencontrarán en el RiverCamp de Ezeiza. El equipo del Muñeco volverá a jugar el domingo ante Atlético Tucumán, en el Monumental, que seguramente será un cabildo abierto.
Si no estuviese Gallardo al frente del plantel, probablemente la situación sería más caótica pero la figura del Muñeco frena cualquier embate. De hecho, los hinchas lo van a respaldar. Y los apuntados serán gran parte de los jugadores.
Algo de esto ya se palpitó en Asunción, donde desde la tribuna entonaron cantos hirientes hacia los futbolistas. “Saquénse la camiseta y tirénsela a la hinchada que juega mejor”, fue uno de ellos y también el ya clásico “a ver si nos entendemos los jugadores y la popular…pongan más huevos, pongan más corazón”. Sucedió al finalizar los 90 minutos y después de los penales ya consumada la derrota.
Los más repudiados por los hinchas de River en Paraguay fueron Facundo Colidio y Manuel Lanzini. Ambos fallaron los últimos penales en la definición con Talleres. Pero con Manu viene de arrastre. Si bien es un futbolista surgido del club, la paciencia se agotó. No cumplió las expectativas generadas.
Otros futbolistas que están marcados por los bajos rendimientos son Matías Kranevitter, Santiago Simón, Maximiliano Meza y Marcos Acuña. A esos hay que sumarle los altibajos de Germán Pezzella. En tanto, Miguel Borja divide aguas. Otra vez siendo titular, tuvo un flojo partido. Lo mismo Paulo Díaz, aunque muchos coinciden que en este momento es el que mejor está de los marcadores centrales.
Otras situaciones aparte son las de Enzo Pérez, Pity Martínez, Milton Casco y Nacho Fernández, algunos de los héroes de Madrid. Al volante central lo aman y lo van a venerar siempre pero hay quienes cuestionan que con 39 años sea titular todos los partidos. Pasa lo mismo con Pity Martínez, de los más mimados pero futbolísticamente todavía no encuentra su mejor versión. Casco es un soldado que siempre está y Nacho quedó relegado.
Encima, se acumulan las lesiones. Acuña y Meza fueron los que más las padecieron desde que llegaron. También Pezzella estuvo un mes parado. Y ahora les tocó a Driussi (todavía no entró en sintonía) y Martínez Quarta, quienes se desgarraron en La Nueva Olla y estarán alrededor de tres semanas fuera de las canchas. Otros refuerzos como Matías Rojas o Gonzalo Tapia todavía no se engancharon y Giuliano Galoppo cuando parecía arrancar, se lesionó.
Cuando la voz del estadio pronuncie la formación el domingo en la previa del encuentro con Atlético Tucumán, será una medida para saber con quiénes está más enojado el hincha de River. Pero sí hay una certeza de quienes serán los más aplaudidos. Esos boletos son para Franco Armani y Gonzalo Montiel, por lo que dieron en la final, más allá del penal errado del lateral derecho. También seguramente habrá palmas para Enzo, Pity, Casco y Nacho por su historia. Y al pibe Franco Mastantuono, que muestra buenas intenciones y tiene todo por crecer, también lo respaldarán.
Justamente, son los que más hambre de gloria siguen teniendo. Y dos hechos de dos de ellos en Paraguay así lo reflejan. El arquero pasó de tener una cara de felicidad a estar enfurecido porque después de haber atajado dos penales (con todo lo que dijeron de él por las definiciones desde los doce pasos) no pudo festejar. Y el lateral derecho entró llorando desconsolado al vestuario.