Fuentes chismosas revelaron que el protagonista del caos fue Lucas Matías Campos, quien terminó en la Comisaría 4ta. Tenía pedido de captura y, para variar, quedó bajo arresto en la seccional con jurisdicción.
Aunque se especulaba que Campos podría ser el nuevo protagonista del Sistema de Flagrancia, por haber agredido a un futbolista del Merengue en el tumulto, las mismas fuentes cotillas indicaron que solo se le abrió un expediente por contravención y no por un delito digno de telenovela.
Así que el sujeto quedó bajo la tutela de la Justicia de Faltas, donde ya tenía un pedido de captura por otra contravención. La causa recayó en el Primer Juzgado de Faltas y se espera que en los próximos días sea citado para recibir su castigo, que seguro será todo un espectáculo.
Hasta ahora, no ha habido denuncias de los jugadores de Colón, así que el caso sigue en la Justicia de Faltas. Una denuncia por lesiones podría cambiar el panorama, pero hasta el momento, nadie se ha presentado con el drama adicional.
Consultando con expertos, el Código de Faltas de la provincia prevé castigos para este tipo de travesuras. El artículo 174, inciso sexto, dice que «los que invadan durante su realización el lugar exclusivamente reservado a los participantes serán reprimidos con arresto de hasta 5 días o multa hasta el monto que resulte de dividir por 2 el salario mínimo vital». ¡Vamos, que es casi una invitación para un picnic carcelario!
Aunque hubo rumores de que el intruso era un infiltrado de Colón, sus redes sociales revelan su amor por los colores del Puyutano. Más allá de las habladurías, lo cierto es que hay suspensiones en juego y eso ha añadido más tensión al ambiente.