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Primero, fue el juez Renato Roca el que dio un paso al costado y renunció a la posibilidad de entender en el expediente judicial, dado su estrecho vínculo con el funcionario judicial condenado. Tras salir sorteado, el juez de Impugnación indicó que lo unía un sincero afecto personal sostenido en el tiempo, que violentaba moralmente su participación en el proceso.
Como ya publicó este diario, Roca no fue el único que dimitió a revisar la sentencia, pues también lo hizo la jueza Silvina Rosso de Balanza. Es que la jueza también manifestó estar relacionada afectivamente con Parisí y, fundada en lo dispuesto en el artículo 96 del Código Procesal Penal, Ley 1851-O, desistió de verse involucrada.
«Me une una relación de alta estima y afecto personal, pues he mantenido trato a través del tiempo. Esta relación con Mario Parisí, se inició en el año 1998, cuando ingresé al Poder Judicial y fuimos compañeros en el entonces Primer Juzgado Correccional, cuyo titular era el Dr. Enrique de la Torre. Ambos éramos empleados», detalló la integrante del Colegio de Jueces.
Es que el sentenciado no es una persona cualquiera, sino un jurista de extensa carrera dentro de la justicia sanjuanina. Es por ello que se estimaba de antemano, que podrían darse las excusaciones. Sin embargo, sorprende la cantidad de jueces que esquivaron la causa, puesto que a Roca y Rosso se sumaron Eduardo Raed y Martín Heredia Zaldo.
El primero de los jueces admitió que no mantuvo un vínculo cercano con quien fuera coordinador de Flagrancia. No obstante, señaló que la relación formal que sostuvo durante años por sus labores en el mismo fuero podría representar un conflicto. «Me encuentro comprendido por lo previsto en la citada norma por cuanto del registro del legajo surge que el inculpado Mario Parisí Flores resulta ser persona con la que me unió un trato frecuente y cordial, que sin llegar a ser un vínculo de amistad del suscripto con el Sr. Parisí», remarcó.
En ese sentido, continuó: «El vínculo laboral al que refiero, se expresa por haber sido el Sr. Parisí Coordinador Jurisdiccional de Sistema Especial de Flagrancia, fuero en el que me desempeñé desde la entrada en vigencia, como Juez; quedando bajo su coordinación. La situación planteada está contemplada en el Código Ritual, ya que la violencia moral provocada por lo dicho, puede afectar mi imparcialidad».
Por su parte y a diferencia del resto, Heredia Zaldo, alegó otro tipo de argumentos para apartarse del caso contra el hombre que fuera coordinador de la Unidad Conclusiva de Causas. Sus motivos fueron por su relación sentimental con la fiscal que investigó a Parisí, Claudia Salica, y por su amistad con el fiscal que llevó a juicio y condenó a Parisí, Roberto Ginsberg.
«Considerando que en el presente Legajo intervino como Fiscal del Caso, oportunamente y realizando medidas trascendentales como la formalización de la IPP, solicitado la detención del imputado, e innumerables actos procesales de importante envergadura, como así también Fiscal Coordinadora -hasta su reemplazo- mi cónyuge Dra. Claudia Alejandra Salica López, con quien me encuentro unido en matrimonio, como es de público y obvio conocimiento», expresó.
Al mismo tiempo declinó su participación refiriendo: «Con quien es el actual Fiscal del caso y también Coordinador de la UFI CAVIG, Dr. Roberto Ginsberg, me une una relación de íntima amistad desde hace más de 30 años, con génesis en los primeros años de Secundaria, y la cual se mantiene hasta la actualidad, siendo quien suscribe padrino de una de las hijas del Letrado Acusador, amistad que se ha visto reflejada públicamente, compartiendo en innumerables ocasiones cumpleaños, fiestas de fin de año e incluso vacaciones».
Ahora, la Oficina Judicial tendrá que realizar un nuevo sorteo para definir quién será el juez que analice el recurso de impugnación presentado por el defensor Fernando Castro, acompañado por Nasser Uzair, Ivana Salas y Rodrigo Aguirre. Lo que pretenden los defensores es revocar la pena dictada por la jueza Ana Carolina Parra, que le impuso 1 año y 6 meses de prisión condicional. Aferrados a la inocencia de su patrocinado, buscarán la absolución.