Milei y sus colaboradores en la Casa Rosada estarían reclutando estrategas (y quizás algún brujo) para ver cómo ensamblan el rompecabezas del poder una vez que Patricia “adiós-maletas” Bullrich y Luis “voy al Congreso” Petri empiecen el paseíto rumbo a sus nuevas bancas.
Resulta que estos dos ministros, que ya venían con la valija en mano, se están postulando para el Congreso, lo que liberará dos carteras clave (Seguridad y Defensa). Y claro, eso genera sudores fríos entre los que quieren un gabinete “compacto y que trabaje muy bien juntos”.
Entre bambalinas se rumorea que podría haber un rediseño estructural: cambiar ministerios de lugar, mover funciones, hacer malabares para que todo cuadre. “Todo puede pasar”, dicen las fuentes oficiales, con esa frase mística que conviene para cualquier desastre futuro.
Hasta ahora, el gobierno ya hizo una serie de rotaciones: Salud, Relaciones Exteriores, Jefatura de Gabinete, disolución de Infraestructura, etc. Así que, si creías que lo peor había pasado… prepárate para otra temporada de “Gobierno en crisis: capítulo 2025-bis”.
Milei, al ser consultado, dijo algo así como: “Tengo que recalibrar el Gabinete para que mantenga equilibrio… recrear un equipo compacto”. En otras palabras: “Voy a mover las fichas para que el tablero no se desmande”.
Y ojo: se habla de más salidas. Por ejemplo, el portavoz Manuel Adorni dejaría su puesto para asumir una banca porteña, y en su lugar podría entrar su segundo, Javier Lanari. Pero dicen que hasta eso —quién habla, quién representa— podría cambiar según la resaca política de diciembre.

