Sin el apoyo del peronismo ni de los dialoguistas, el Gobierno fracasó este jueves en su intento de avanzar con la aprobación en el Senado del pliego del juez Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación y el presidente Javier Milei ya piensa en un Plan B.
En una reunión de labor parlamentaria de la Cámara alta, previa a la sesión para votar la suspensión de las PASO, el oficialismo confirmó lo que se preveía: sin el acompañamiento del peronismo y los bloques dialoguistas, ni siquiera tenía garantías de conseguir quórum. Menos, claro, para sumar dos tercios de los votos que requiere el trámite.
Esta semana, el oficialismo se jugaba una carta fuerte para avanzar con la designación de los jueces y había llegado a un principio de acuerdo con los dialoguistas para convocar a una segunda sesión para este viernes con el objetivo de debatir el pliego de Lijo.
Frente a esta ofensiva, varios senadores de la oposición hicieron su propia interpretación y apuntaron que la Casa Rosada buscaba desviar el foco que se había instalado sobre la figura de Javier Milei por el criptogate, el escándalo generado por la decisión del Presidente de promocionar un memecoin que tuvo su pico y luego de horas se derrumbó dejando importantes pérdidas.
Desde distintos sectores de la oposición buscaron desarticular la sesión para evitar dejar expuesto al juez federal a un rechazo, ya que no existen los votos para avalar su nominación, que ya obtuvo dictamen favorable en la comisión de Acuerdos de la Cámara. Por eso, en la reunión de labor parlamentaria de este jueves, los dialoguistas y el peronismo ratificaron que no iban a darle el quórum y así mantienen a Lijo lejos de llegar a la Corte mientras no haya un acuerdo con Cristina Kirchner, quien reclama un lugar para una mujer.
Por su parte, Francisco Paoltroni, ex libertario, volvió a aprovechar la crisis del Gobierno para cargar contra el asesor todoterreno Santiago Caputo, a quien responsabilizó por el fracaso de la sesión y lo culpó por hablar sólo con tres o cuatro senadores evitando definir una estrategia con la vicepresidenta Victoria Villarruel, titular de la Cámara alta, quien no estuvo en la reunión en el Senado porque está a cargo del Ejecutivo por el viaje de Milei a Estados Unidos.
La idea de La Libertad Avanza era conseguir los apoyos para convocar a una sesión para este viernes, ya en el cierre del periodo de extraordinarias, y aprobar allí la nominación del juez federal para el máximo tribunal.
Tal cómo había anticipado este diario, el radicalismo había decidido este miércoles, en la reunión de bloque, que no iba a dar quórum si el oficialismo mantenía la sesión para tratar el pliego de Lijo. Tampoco acompañaba UxP, lo que dejaba al cuerpo con casi dos tercios menos de de sus miembros.
Tras la jubilación de Juan Carlos Maqueda, la Corte viene funcionando con tres miembros, dos menos de lo que prevé la ley. A la salida del cordobés, se suma la vacante que había dejado años atrás Elena Highton de Nolasco. Así, solo Horacio Rosatti (presidente), Ricardo Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz están en funciones.
Duro revés para la Rosada
Por eso, el Gobierno buscaba avanzar con el pliego del juez federal, que recientemente obtuvo dictamen de la comisión de Acuerdos con las firmas de la tucumana Beatriz Ávila, el correntino Eduardo Vischi, el libertario Ezequiel Atauche, los aliados Juan Carlos Romero y Carlos Espínola. A ellos se suman el misionero Carlos Arce y tres integrantes de Unión por la Patria: Lucía Corpacci, Claudia Ledesma de Zamora y Sergio Uñac.
Pero la caída de la eventual sesión para designar a Lijo como ministro de la Corte es un golpe duro para el Gobierno, que viene de una semana negra por el escándalo de la criptomoneda $LIBRA, que tocó la credibilidad del líder de La Libertad Avanza.
Ante la imposibilidad de reunir los dos tercios, 48 senadores, para la aprobación del pliego en la Casa Rosada comenzaron a explorar otras alternativas a los reemplazos de Highton de Nolasco y Maqueda, aunque por ahora mantienen la nominación de Lijo. Una idea es designar a los candidatos por decreto en comisión hasta septiembre de 2026, ya que a la falta votos para designar a Lijo se agrega que el otro candidato propuesto por el Ejecutivo, el jurista Manuel García-Mansilla, ni siquiera dictamen de comisión. Sin embargo, Lijo rechazaría la opción porque debería renunciar a su cargo de juez federal y la designación por decreto tiene un plazo.
Además, José Mayans, jefe del bloque de Unión por la Patria, advirtió que iban a juntar las mayorías para voltear un eventual decreto designando a jueces en comisión. Lo cierto es que la puja podía derivar en un proceso de judicialización que terminaría afectando los fallos del máximo tribunal.
Con las conversaciones estancadas, en la Casa de Gobierno dejaron trascender una lista de candidatos entre los que se mencionó a Ricardo Ramírez Calvo, Ricardo Rojas -su nombre se barajó para reemplazar al desplazado procurador del Tesoro Rodolfo Barra-, Alberto Bianchi y Carlos Laplacette.