Qué cambios introduce la medida?
Nuevo objeto social: CANME podrá dedicarse formalmente al cáñamo industrial, complementando su foco original en investigación y tratamiento medicinal.
- Licencia en trámite: Ya solicitaron la autorización a la Agencia Regulatoria (ARICCAME), están en la etapa agrícola inicial, a la espera del paso a la industrial
¿Por qué es clave en este momento?
La normativa nacional quedó varada tras la intervención de ARICCAME por orden de Milei, priorizando el cáñamo industrial y dejando en suspenso los permisos para flores medicinales.
Como resultado, CANME quedó «en stand by» con su estrategia medicinal, pero ahora reutiliza sus 900 hectáreas en Sarmiento para cultivar cáñamo y mantener su actividad productiva.
¿Qué sigue?
- Esperar la licencia oficial de ARICCAME para dar el puntapié agrícola.
- Implementar un modelo industrial y comercial: atraer inversores, instalar infraestructura, y comenzar a producir derivados como aceites, textiles, cosméticos y más.
- Más adelante, cuando Nación habilite la segunda fase, retomar el cultivo de flores con fines medicinales.
Contexto de respaldo
CANME ya concretó dos cosechas certificadas de cannabis medicinal en Sarmiento, orientadas a producir aceite “CBD 10%” y aceites de espectro completo, con buenos resultados en patologías como dolor crónico, insomnio y esclerosis múltiple.
Se mantenía el compromiso nacional de ARICCAME para avanzar hacia el uso medicinal, pero aún no se concretó la fase 2.
En resumen: con esta movida, CANME no queda estancada: convierte un contratiempo en oportunidad. Mientras aguarda los permisos nacionales, relanza su proyecto hacia un cáñamo industrial con proyección económica, sustentabilidad y reactivación de su predio en Sarmiento. Y, cuando se destrabe la segunda fase, estará lista para retomar el camino medicinal de lleno.