Un grupo de agencias federales de los Estados Unidos atribuyó a Irán la responsabilidad del ataque informático contra la campaña presidencial de Donald Trump ocurrido este 10 de agosto. A través de un comunicado del FBI, la Oficina de la directora de Inteligencia Nacional (ODNI) y la Agencia de Seguridad Cibernética y de Infraestructuras (CISA) precisaron que observan una “actividad iraní cada vez más agresiva durante este ciclo electoral”.
En ese sentido, mencionaron que las actividades en cuestión incluyen aquellas “recientemente reportadas para comprometer la campaña del expresidente Trump, que la comunidad de inteligencia atribuye a Irán”.
El equipo de campaña del candidato republicano afirmó haber sufrido hace nueve días un ciberataque y acusó a “fuentes extranjeras” de haber filtrado comunicaciones internas, así como un expediente sobre su compañero de fórmula, J.D. Vance.
En este contexto, los servicios de inteligencia indicaron que Teherán intentó contactar con “individuos con acceso directo a las campañas presidenciales de ambos partidos”. “Irán busca sembrar discordia y socavar la confianza en nuestras instituciones democráticas”, denunciaron el FBI, la ODNI y la CISA en el texto.
Dos días después del ciberataque informado por el sector referenciado en Trump, el gobierno de Estados Unidos advirtió al país asiático que la intervención en sus elecciones presidenciales -que se llevarán adelante en noviembre- tendrá consecuencias. De la misma manera, desde la administración de Joe Biden aseguraron que tienen varias herramientas para sustentar la acusación y remarcaron que no dudarán en utilizarlas.
“Este enfoque no es nuevo. Irán y Rusia han utilizado estas estratagemas no sólo en Estados Unidos, sino en otros países del mundo”, señalaron en el escrito.
Este ataque cibernético no es el primero que ocurre en instancias electorales ya que en 2016, los correos electrónicos del Partido Demócrata también habían sido pirateados, en particular los de su candidata de aquel entonces, Hillary Clinton, que también se enfrentaba a Trump.
En aquel entonces, el millonario ganador de esa contienda recibió diversas críticas por haber fomentado ese robo de datos que se le atribuía a Rusia. Posteriormente, los servicios de inteligencia estadounidenses concluyeron que Rusia influyó en las elecciones de 2016 a favor de Trump, una imputación que el republicano siempre negó.
Con información de AFP
LA NACION