El Ejército de Israel estudia «un error humano» como la causa de que los sistemas de defensa aérea no estuvieran activados para interceptar el dron que explotó esta madrugada en Tel Aviv, en las proximidades del consulado de Estados Unidos, lo que causó al menos un muerto y diez heridos.
«Las alarmas no sonaron en Tel Aviv porque no estaban activadas», explicó el portavoz castrense, Nadav Shoshani, en una sesión informativa para medios. El funcionario atribuyó el episodio a un “error humano” en la fase de detección «que causó que el sistema de intercepción y defensa no estuviera en funcionamiento«.
El Ejército, que continúa investigando el incidente que se produjo a las 3:12 hora local (00:12 GMT), admitió también que en el ataque se utilizó un dron «muy grande”, capaz de recorrer grandes distancias, según compartió el portavoz castrense.
Los rebeldes hutíes chiíes proiraníes del Yemen se adjudicaron este viernes el ataque y afirmaron que lanzaron un misil balístico y cuatro drones contra Tel Aviv, aunque Shoshani no quiso atribuir por el momento el ataque a los milicianos yemeníes.
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Medios israelíes indicaron que el ataque se produjo con un dron.
El portavoz militar hutí, Yahya Sarea, aseguró en un comunicado publicado en la red social X, que el dron utilizado en esa acción, llamado «Yafa», «es capaz de sortear los sistemas de interceptación del enemigo y no ser detectado por los radares».
Además, remarcó que «la operación logró sus objetivos con éxito» y advirtió que su grupo «declara la región ocupada de Yafa (Tel Aviv) una zona insegura”.
“Será un objetivo principal dentro del alcance de nuestras armas», manifestó tras reiterar que el ataque fue realizado «en apoyo al pueblo palestino«, y «como respuesta a las masacres israelíes en Gaza».
El Ejército israelí, por su parte, negó la supuesta capacidad de los drones hutíes de esquivar la protección, asegurando que este jueves por la noche interceptó un vehículo aéreo no tripulado en condiciones similares.
Por el momento las fuerzas armadas no han detectado otras amenazas en camino.
El lugar del incidente se encuentra a escasos metros de la embajada de Estados Unidos, el principal socio y distribuidor de armas de Israel.
Desde hace nueve meses y a raíz de los ataques de Hamás del 7 de octubre, en los que murieron unas 1.200 personas y otras 251 fueron secuestradas, Israel mantiene una ofensiva en Gaza que ha desatado escaladas de tensión y violencia con otros vecinos de la región, como la milicia chií libanesa Hizbulá o los hutíes de Yemen, que desde hace meses atacan barcos vinculados al Estado hebreo en el mar Rojo y Eilat (sur).
En los últimos meses, los hutíes han reivindicado ataques contra el puerto de Haifa y el mar Mediterráneo, entre ellos algunos lanzados en conjunto con la amalgama de milicias proiraníes.
Con información de EFE y AFP.