La audiencia pública de Donald Trump en los suburbios de Filadelfia se convirtió en un concierto improvisado el lunes después de que el expresidente fuera interrumpido dos veces por emergencias médicas en la sala.
El candidato presidencial republicano hizo una pausa durante una sesión de preguntas y respuestas mientras un médico presente atendía a la primera persona que tenía un problema de salud. Después de que una segunda emergencia detuviera la discusión moderada por la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, Trump dejó de responder preguntas. Él y Noem dijeron que hacía calor en el lugar, y Trump preguntó sobre el aire acondicionado.
«Probablemente no puedan pagarlo, señor, en esta economía«, bromeó Noem.
Durante la primera interrupción, Trump pidió que se tocara «Ave María» y se le respondió con una versión instrumental de la canción. Durante el segundo incidente, dijo que se refería a la versión de la canción del cantante de ópera italiano Luciano Pavarotti. La tocaron de inmediato.
Una vez que Noem anunció que la segunda persona se había levantado y se estaba moviendo, Trump habló durante unos minutos más antes de pedir que se tocara música, ya que muchos de los presentes permanecían en el lugar sin saber si había terminado de hablar.
“Esas dos personas que se cayeron son patriotas”, dijo Trump después de la música. “Las amamos. Y gracias a ellas, terminamos con una excelente música, ¿verdad?”
Trump sugirió que podrían terminar la noche con el público en sus asientos, disfrutando de algunas selecciones musicales en lugar de escucharlo responder más preguntas.
Pidió que se tocara “YMCA” de Village People y la música sonó a todo volumen por los altavoces, la señal habitual de que Trump había terminado de hablar y estaba listo para irse. Pero permaneció en el escenario.
Más música, más baile.
“Nadie se va”, dijo Trump. “¿Qué está pasando?”
Se escuchó más música y durante aproximadamente 40 minutos ésta no se detuvo. Trump se movió y se balanceó en el escenario al ritmo de una lista ecléctica de canciones que incluían “Nothing Compares 2 U” de Sinead O’Connor, la versión de “Hallelujah” de Rufus Wainwright y “November Rain” de Guns N’ Roses.
Muchos de sus partidarios se dirigieron a la salida, pero algunos se quedaron hasta el final. La escena recordaba los inviernos de Trump en Mar-a-Lago, su propiedad del sur de Florida, donde le gusta hacer de DJ y ser el centro de atención del encuentro con los miembros ricos de su club privado.
Finalmente, Trump abandonó el escenario mientras sonaba “Memory”, del musical “Cats”.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa nacional de Trump, publicó en el sitio de redes sociales X una foto de Trump desde un costado del escenario. “¡DJ TRUMP!”, escribió.
El portavoz de Trump, Steven Cheung, escribió en X que “algo muy especial está sucediendo en Pensilvania” mientras se desarrollaba la escena, y agregó que Trump “no se parece a ningún político de la historia, y eso es genial”.