El intendente era el hombre de familia ejemplar que todo el mundo admiraba en San Juan. Con su cara seria y su corbata siempre perfectamente ajustada, nadie sospechaba que detrás de su imagen de político intachable se escondía un hombre con un… “Amor por el trabajo” extra . Es así que la señora esposa, que algo sospechaba por tanto amor al trabajo, comenzó las averiguaciones sobre las reuniones del «Consejo inter partidario de planetas oscuros y servicios municipales de monedas electrónicas» que se reunía en San Luis. Partió el intendente San Luis, otro país, y al día siguiente su señora en matrimonio legalmente constituido, y la infaltable amiga fiel que es la que va a desparramar todo el escándalo por el departamento. Buscaron y buscaron como Indiana Jones y por fin llegaron al hotel Dos Venados. La Sra. pregunto, vio el móvil municipal, preguntó por el número de la habitación, dijo que le llevaba un remedio al huésped y subió. Arribó frente a la puerta, respiró profundo y… ¡Pum! , golpe
Con la calma de un hombre que sabe que la política tiene sus riesgos, el alcalde departamental abrió la puerta con una sonrisa nerviosa: «¡Mi amor, qué sorpresa! No te esperaba por aquí… ¿Estás bien?» La Sra., sin inmutarse, lo miró fijamente y comenzó´una tanda de golpes, piñas patadas, arañones, gritos, y nuevamente arañones. La amiga pensaba sin tratar de separar «Vaya, qué buen ‘trabajo en equipo’ que hacen, querido. Yo creí que tu trabajo era gobernar, no… desarrollar relaciones con la xxx». ¡Justamente xxx ya no sabía si esconderse debajo de la cama o salir corriendo por la ventana, o saludar educadamente a la esposa del Sr. Intendente!. Como «Hola, señora… soy xxx. Si hubiese sido de buenos modales, la Sra. contestaba «Encantada de conocerte, yo soy la esposa al que vos te comés incluido la billetera» Ana, con una sonrisa irónica, respondió: «Sí, claro, encantada de verte en la misma habitación con mi marido. El funcionario, intentando recuperar un poco de compostura, miró a su esposa y dijo: «Bueno, en realidad, todo esto es parte de un proyecto muy importante… de cooperación intermunicipal». Ella lo miró, levantó una ceja y, sin perder tiempo, respondió: «¿Cooperación intermunicipal? Qué curioso, porque cuando yo hable de todo lo que te has afanado este tiempo vas a ir a colaborar al penal de Chimbas. Mientras llegaron las autoridades del hotel y el policía que está de guardia, la amiga pensaba «Este le está dando a xxx un buen servicio a la vecina».
La noticia del escándalo del intendente con su “cooperante” se filtró rápidamente por el departamento, y la amiga cumplió con su rol de chusma total como corresponde. Y así, lo que comenzó como un intento de escapada romántica, terminó siendo una de las historias más comentadas del departamento y el pobre intendente nunca volvió a ser visto en el Hotel Dos Venados por lo menos este año.