LONDRES.– Los temores más serios del primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, se hicieron realidad en la madrugada de este viernes. El partido Reform UK, la enésima encarnación de la derecha populista del político Nigel Farage, venció en la elección parcial de la circunscripción de Runcorn & Helsby y obtuvo así su quinto diputado en la Cámara de los Comunes.
La candidata de Reform UK, Sarah Pochin, y el líder del partido, Nigel Farage, hablan con los medios a su llegada antes del resultado de las elecciones parciales de Runcorn y Helsby en el estadio DCBL Halton, Widnes, Cheshire (Peter Byrne/PA via AP)Peter Byrne – PA
Fue una larga noche, con recuento múltiple, en la que la candidata de la formación, Sara Pochin, se impuso a su rival laborista por apenas seis votos de diferencia. Para entender la magnitud de esta derrota de Starmer, sin embargo, hay que recordar que hace apenas 10 meses los laboristas ganaron fácilmente ese escaño y doblaron en número de votos a Reform UK.
La irrupción del partido de Farage, por número de concejales arrebatados, fue especialmente dura para el Partido Conservador. Los resultados ponen en cuestión la continuidad de su líder, Kemi Badenoch, y resucitan el debate sobre cuál de los dos partidos de derecha representa hoy realmente la oposición, y si el futuro de los tories está en entredicho.
Además del escaño de diputado del condado de Runcorn & Helsby, el jueves se celebraron comicios locales en aproximadamente un tercio de Inglaterra (ni en Gales, ni en Escocia o Irlanda del Norte hubo votación). Estaban en juego más de 1600 representantes locales y seis alcaldías. Casi 1000 de las plazas en juego correspondían al Partido Conservador. Los cargos actuales fueron elegidos en 2021, cuando los tories, bajo el liderazgo de Boris Johnson, disfrutaban de una ola de popularidad gracias a una campaña de vacunación exitosa contra el coronavirus. La izquierda laborista apenas tenía que defender la permanencia de 300 concejales.
El recuento fue dibujando un panorama de triunfo para Reform UK, y una derrota sin paliativos para los dos partidos mayoritarios y tradicionales. Pero especialmente para los tories, que vieron cómo la formación de Farage les arrebataba gran parte de sus concejales.
Al final de la tarde, con 20 de los 23 Consejos Locales ya contabilizados, Reform UK se había hecho con 620 concejales. Prácticamente los mismos que había perdido el Partido Conservador, que retenía 295. De los casi 300 que tenía que defender el laborismo, había perdido ya 170.
Como en otros comicios locales, los otros grandes triunfadores habían sido el Partido Liberal-Demócrata, con 361 concejales, y los verdes, con 74.
La elección parcial de Runcorn, llamada by–election en la jerga política británica, se puso en marcha después de que el diputado laborista de la circunscripción, Mike Amesbury, fuera condenado a 10 semanas de cárcel por derribar a puñetazos a un ciudadano en plena calle. Desde entonces, el partido de Farage realizó una intensa campaña en una región del noroeste de Inglaterra en declive, donde el tradicional voto de la clase trabajadora ya no estaba garantizado para el Partido Laborista.
La llegada de inmigrantes irregulares a un hotel de Runcorn, donde los alojó el gobierno, así como los recortes laboristas en ayudas sociales, provocaron el hartazgo de unos votantes seducidos en su día por el Brexit o por Boris Johnson, y que solo a regañadientes votaron por Starmer el año pasado. En esta ocasión, le dieron la espalda.
“Frente al resultado de esta elección la pregunta que debemos hacernos es: ‘¿Supone Reform UK un enorme desafío al predominio tradicional de conservadores y laboristas en la política del Reino Unido? Creo que todos sabemos que la respuesta es que sí“, afirmó en la BBC el sociólogo John Curtice, uno de los analistas más prestigiosas.
“Hemos hecho historia esta noche, y quiero dar las gracias a todos los ciudadanos valientes de Runcorn & Helsby que han puesto mi nombre en la papeleta”, dijo la candidata vencedora, Sarah Pochin, que definió a Farage como un “gran líder” que “siempre ha estado ahí para defender a su país”.
“Creo que hemos logrado suplantar al Partido Conservador como la principal fuerza de oposición al gobierno”, proclamó Farage. “El mensaje que hemos recibido en lugares donde nunca ganábamos era el mismo siempre: votar a los conservadores era como votar a los laboristas”, ha celebrado desafiante al conocer la victoria de Runcorn.
“Los resultados son decepcionantes”, admitió Starmer a la BBC. “El mensaje que me llevo de estas elecciones es que necesitamos ir mucho más rápido y mucho más lejos en todos los cambios que la gente quiere ver”, dijo el primer ministro.
A pesar de que parte de la culpa del resultado se debe a los recortes presupuestarios en las subvenciones para la factura energética de jubilados, o los beneficios sociales para discapacitados, el dirigente laborista defendió esas medidas: “Tomamos decisiones duras, pero correctas porque habíamos heredado una economía rota”, dijo.
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