¿Querés saber qué hace Cristina Kirchner cuando le piden 22.300 millones de pesos por Vialidad? ¡Pedir que archiven todo porque “no pasó nada desde octubre de 2023”! O sea, la ex presidenta está jugando a la escondida judicial pero con chequera millonaria. La estrategia es simple: “Si me ignoran, me olvidan… y me salvo”.
Pero el gobierno de Milei no se dejó dormir: le respondieron con todo y le dijeron que no sólo avanza la causa, sino que Cristina es como ese vecino que pone la música a todo volumen para que no puedas dormir y así ganar tiempo. “¿Cómo quieren que avancemos si esta señora hace más recursos que un jurado de MasterChef?”, se preguntan.
Su abogado, Luis Goldin, parece el protagonista de una comedia de enredos. Pide que cierren el caso porque no se movió nada, pero se pasa el día haciendo apelaciones, desistimientos y planteos dilatorios. O sea, ¡Goldin juega a la ruleta rusa judicial con los nervios del juez! El pobre Marcelo Bruno Dos Santos debe estar pensando: “¿Otra vez esta novela? ¿Cuándo se acaba el drama?”.
Mientras tanto, Vialidad recuerda que la condena penal está firme y en manos de la Corte Suprema, pero Cristina insiste con que el expediente civil es como un partido de fútbol sin goles: no avanza y ella quiere que termine en empate o, mejor aún, que lo den por cancelado por aburrimiento.
Y ojo que durante el gobierno de Alberto Fernández, el expediente estuvo más parado que tren sin rieles. El que debía mover la causa, Carlos Zannini, era como el árbitro que hacía vista gorda cuando Cristina metía mano en la cancha.
Ahora, con Milei al mando, la demanda se va a actualizar porque la inflación y la corrupción no paran de crecer, y si Cristina pensaba que iba a zafar, se confundió. Esto no es “Los Simpson”, acá no se resetea todo después de un capítulo.
La gran pregunta que queda es: ¿cuántos recursos más inventará Cristina para que esta novela dure una temporada más? Porque por ahora, la justicia tiene más vueltas que un trompo y la paciencia, menos que un niño esperando el helado.
En conclusión: Cristina juega a la víctima del aburrimiento judicial, pero todos sabemos que es la campeona mundial del “dale que te la paso” en los tribunales.