Y por fin ganó Defensa y Justicia. Sí, desde el 16 de abril que el equipo de Florencio Varela no cantaba victoria. Después de 15 partidos, quebró la racha negra ante Banfield y respiró su entrenador, Francisco Meneghini, que venía cuestionado por las tres derrotas consecutivas y el nivel subterráneo de su equipo.
El Halcón dominó el juego en el primer tiempo a partir de la tenencia y la amplitud de sus dos extremos, Gabriel Alanís por la derecha y Matías Sosa por la izquierda. Sin embargo, las mejores situaciones en el área de Facundo Sanguinetti se produjeron desde la pelota parada y un ejecutante muy lúcido.
Alexis Soto, en su partido 150 con la camiseta del club de Florencio Varela, tuvo en su pie izquierdo el arma para inquietar al fondo de Banfield. Hubo tres tiros libres, uno que llegó como centro y dos que estuvieron muy cerca de vencer al arquero visitante. El último, un remate pinchado que pasó a centímetros del poste derecho.
También Ezequiel Cannavo fue una alternativa con sus proyecciones, pero cuando quedó mano a mano para disparar, apareció Alejandro Maciel para abortar el peligro con un cruce magnífico.
Banfield llegó poco. Buscó por afuera con Juan Pablo Alvarez e Ignacio Rodríguez, un diestro a la izquierda y un zurdo a la derecha, pero jamás pudieron lastimar con la diagonal. Como habrá sido que pasaron a jugar orientados en sus perfiles, aunque tampoco fueron desequilibrante.
El Taladro sólo se aproximó a Enrique Bologna con un desborde de Ezequiel Bonifacio y un error no forzado de Luciano Herrera que terminó en las manos del número uno local porque los delanteros visitantes no supieron aprovecharlo.
En el segundo tiempo, Defensa y Justicia encontró el gol que merecía. Kevin López recuperó une pelota contra el lateral, Alanís metió un centro cruzado y Sosa apareció por sorpresa para definir de frente a Sanguinetti.
Banfield recién mejoró con los cambios, cuando ingresaron José Bisanz y Matías González, que armaron la mejor jugada, pero encontraron la mano salvadora de Bologna.