Una propuesta económica del orden de los US$1000 millones es la oferta final que le presentó el grupo GDN, que lidera Francisco de Narváez, para quedarse con Carrefour Argentina. Ahora la pelota quedó del lado de París, que deberá aceptar el número o negociar con los otros dos jugadores, Coto y el fondo Klaff Realty, que llegaron a la ronda final.
Ayer a las 17 horas de Nueva York vencía el plazo para la presentación de las ofertas vinculantes -conocidas como binding offers– ante el Deutsche Bank, el banco que tiene el mandato de búsqueda de un comprador para Carrefour Argentina. Sobre la hora llegó el mail de GDN, aunque técnicamente no se trató de una oferta vinculante (tal como había anticipado LA NACION), sino de una oferta final, sujeta a las correcciones -para arriba o para abajo- que pueden surgir de la auditoría y el cierre del balance de Carrefour Argentina.
La oferta es liderada por GDN, que controla el 60% de las acciones del consorcio que busca quedarse con Carrefour, y que en 2020 se alzó con el control de la operación de Walmart Argentina, que fue rebautizada como Changomás. El otro 40% está en manos de L Catterton, el fondo de inversión privado más grande del mundo en compañías de consumo masivo e indumentaria, que participa como socio en la oferta. Entre los principales accionistas de Catterton se encuentra el grupo francés LVMH y el propio Bernard Arnault (número uno del grupo) en calidad de inversor personal. De Narváez y Catterton ya son socios en las marcas de indumentaria Caro Cuore y Rapsodia.
En caso de imponerse, la intención de GDN es negociar con París para mantener la marca Carrefour, bajo un esquema de licencia o franquicia como el que tienen los franceses en otros mercados.
Fuentes cercanas a la operación aseguran que, si no surgen inconvenientes, antes de fin de año podría firmarse el acuerdo de venta, aunque el cierre legal de la transacción recién se concretaría en 2026.
GDN cuenta con un par de ventajas para avanzar en la compra. El primero es que cuenta con el management, liderado por Guillermo Calcagno, un ex Coto, que asumió la dirección de Changomás hace seis meses.
El otro activo es que la operación no contaría con mayores contras por parte de las autoridades de Defensa de la Competencia, ya que Changomás tiene una presencia muy reducida en el AMBA y tampoco tiene una superposición con Carrefour en muchas plazas del interior del país.

