Daniel Hagari, el histriónico portavoz que lidera la guerra de Israel, traspasó la pantalla y se convirtió en el rostro de un país bajo ataque

Daniel Hagari es el hombre que, desde el 7 de octubre de 2023, se ha parado cada día entre dos banderas de Israel para contar los acontecimientos que todo un país desea conocer. Vistiendo uniforme y expresándose con autoridad, su rostro se ha vuelto confiable para una población ávida de escuchar a ese contralmirante que transmite seguridad y calma mientras cuenta las últimas novedades de un conflicto en Medio Oriente que parece sin fin.

En su última aparición, el portavoz se encargó de informar sobre lo sucedido en Irán con el primer ataque israelí contra la República Islámica. Luego de resaltar que Israel tiene el “deber a responder” a los ataques en su contra de “Irán y sus representantes en la región”, dejó una advertencia: “Si el régimen de Irán cometiera el error de iniciar una nueva ronda de escalada, nos veremos obligados a responder».

Ya ha pasado más de un año desde que los israelíes despertaron un sábado de octubre con la barbarie dentro de su propio territorio. Milicianos de Hamas burlaron a las fuerzas de defensa y masacraron a más de 1.000 civiles, secuestraron a cientos, y sumieron al país en la angustia y la incertidumbre en una de las regiones más inestables del planeta.

Ese mismo día, Hagari comenzó a ser una presencia familiar para los israelíes, que hasta ese momento ignoraban mayormente su existencia hasta convertirse en uno de los rostros más populares del espectro público.

En las primeras semanas del conflicto, un meme que corrió por los grupos de Whatsapp y se volvió muy popular en Israel explicaba cuál era el atractivo que tenía el portavoz de las Fuerzas de Defensa (FDI), de 48 años, en una población que no suele mostrar mucho apreció por sus dirigentes políticos.

“Usted se preguntará por qué Daniel Hagari atrae tanto a las mujeres. La respuesta es simple. Es el único hombre que se preocupa en contarles las últimas novedades cada día, a la misma hora, les explica qué hizo ese día, qué planea para el día siguiente, y al final, responde sus preguntas«, rezaba el meme, con algún dejo machista pero muy explícito de cuál es el atractivo del militar.

El ex ministro de Asuntos de la Diáspora, Nachman Shai, tiene autoridad para evaluar la labor de Hagari: él mismo ocupó ese lugar de portavoz de las FDI, y fue uno de los más recordados en ese cargo. Y no se guardó elogios para describir a su sucesor.

«Él transmite honestidad, determinación y sentido práctico. No dice tonterías ni intenta adular a nadie (…) Mucha gente miente y dice medias verdades, pero Hagari parece alguien en quien se puede confiar. Te cuenta la situación en cinco minutos. A veces dice algo patriótico, pero no a menudo. No es populista ni llama a la venganza», opinó.

“Representa algo más. Esa es su ventaja. Antes no era una figura mediática, como lo fueron algunos portavoces del pasado. El público ve su espíritu y le gusta”, agregó Shai.

Parte de ese atractivo quizás esté en el histrionismo -siempre dentro del marco de seriedad que exige su posición como portavoz militar- que Hagari despliega en sus presentaciones frente a cámara. Histrionismo que podría tener origen en sus años de escuela secundaria.

En los medios israelíes se ha hablado mucho del hecho de que Hagari se especializó en teatro en la escuela secundaria y protagonizó obras escolares cuando era adolescente, una experiencia que puede haberlo ayudado a desarrollar habilidades para convertirse en un portavoz natural.

Parte de la autoridad que Hagari transmite al público está basada en su pasado dentro del Ejército israelí, donde desarrolló una carrera militar que comenzó en 1995 y durante la cual se desempeñó como comandante de la unidad de comando naval, jefe de operaciones navales y asistente del jefe del Estado Mayor.

Esa carrera lo llevó a ocupar el cargo de comandante de Shayetet 13, la unidad de élite de la Marina de Israel, considerada de las mejores fuerzas especiales navales del mundo y el equivalente a los estadounidenses Navy Seals.

La experiencia de Hagari como soldado de combate sobre el terreno contribuye a su capacidad para transmitir eficazmente los mensajes de las FDI. «No es sólo una cabeza parlante; es un contralmirante y ex comandante del shayetet. Eso le da una seriedad que otras personas no tienen, y eso marca la diferencia”, dijo el ex editor en jefe del Jerusalem Post, Yaakov Katz.

Sin embargo, lo que lo ha convertido en un héroe para muchos en Israel no es lo que hace, sino cómo lo hace. Aunque se atiene al espíritu militar formal que exige su trabajo, también ha dejado que su personalidad salga a la luz a través de su uniforme.

Por ejemplo, no ha tenido reparos en admitir que Kfir Bibas -el bebé secuestrado y mantenido como rehén en Gaza- le recuerda a su propio hijo menor, el último de cuatro, nacido en 2022.

También ha compartido una foto de una visita a su hermano, Yoni, que reside en la Aldea de Rehabilitación ADI Negev-Nahalat Eran para personas con discapacidades graves. Cuando estuvo allí, conmovido, Hagari dijo a los residentes que ellos son un símbolo de por qué lucha Israel. Y por qué debe vencer.