Los choferes sanjuaninos están descubriendo que sus haberes tienen algo en común con los ovnis: todo el mundo habla de ellos, pero nadie los ha visto. Cansados de cobrar menos de lo que se firmó a nivel nacional, un grupo de trabajadores autoconvocados decidió manifestarse en la sede de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de San Juan, buscando respuestas. Spoiler: no encontraron ninguna.
La historia es simple (pero indignante). En todo el país, los choferes cobraron tres cuotas de retroactivos acordados en paritarias. ¿Y en San Juan? ¡Sorpresa! Acá las reglas del juego cambian como las excusas de un deudor. En lugar de recibir el dinero en tiempo y forma, les modificaron el acuerdo sin previo aviso, como si fuera un plan de internet con «letra chica».
Según el arreglo original, los retroactivos de noviembre, diciembre y enero debían cobrarse en tres cuotas. Pero, en la tierra del buen vino y los acuerdos renegociados sin preguntar, decidieron dividirlo en cuatro. “La primera cuota recién la veremos el 25 de abril, cuando en el resto del país ya estaría todo pago”, protestaron los choferes, haciendo cuentas y confirmando que en San Juan la inflación avanza más rápido que sus sueldos.
Pero hay más. Como si esto fuera un capítulo extra de una serie de terror, los trabajadores cobraron el sueldo de febrero con la escala salarial de julio de 2024. Sí, del futuro. Porque al parecer, cuando se trata de pagar, en San Juan los empresarios aplican la física cuántica y juegan con el tiempo a su conveniencia.
Para sumar tensión al drama, los choferes intentaron hablar con Héctor Maldonado, el secretario general de UTA San Juan, pero la respuesta fue un silencio más absoluto que el de un político después de las elecciones. No solo no los atendieron, sino que hasta pusieron custodia policial en la sede sindical, como si fueran a robarse algo… aunque, pensándolo bien, los únicos robados hasta ahora parecen ser los propios choferes.
“Queremos que nos expliquen por qué se renegoció un acuerdo ya firmado. No pueden modificarlo a su antojo, deben hacer respetar lo acordado”, exigieron los trabajadores. Pero claro, en San Juan los acuerdos salariales parecen ser como los horarios del colectivo: orientativos, impredecibles y sin garantías.