A comienzos de año el juez brasileño Alexandre de Moraes amenazó al representante legal de X en Brasil con arrestarlo si no cumplía con “órdenes de censura” de contenido y bloqueo de cuentas, incluyendo la del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Además, el magistrado supuestamente habría solicitado la entrega de información privada. Ante esa medida, el 17 de agosto Elon Musk decidió cerrar sus oficinas en Brasil y retirar todo su personal de allí. Pero los usuarios brasileños siguen utilizando sus cuentas. Moraes ahora impuso como condición para que X siga operando en Brasil la designación de un representante legal dentro del territorio, de lo contrario ordenará el bloqueo electrónico de la red en Brasil.
La orden de De Moraes se basa en que la ley brasileña que exige a todas las empresas extranjeras que tengan representación legal para operar en el país, según la oficina de prensa del Supremo Tribunal Federal. Esto garantiza que alguien pueda ser notificado de las decisiones judiciales y esté capacitado para tomar las medidas necesarias.
La negativa de X a designar un representante legal sería particularmente problemática de cara a las elecciones municipales de octubre en Brasil, donde se espera una oleada de noticias falsas, dijo Luca Belli, coordinador del Centro de Tecnología y Sociedad de la Fundación Getulio Vargas, una universidad de Río de Janeiro. Las órdenes de eliminación de contenido son comunes durante las campañas, y no tener a alguien que reciba las notificaciones legales haría imposible su cumplimiento oportuno.
El director general de Tesla y SpaceX, nacido en Sudáfrica, adquirió Twitter en 2022 y se declara a sí mismo un “absolutista de la libertad de expresión”. Y ha afirmado que las acciones de De Moraes equivalen a censura. En este sentido, ha conseguido el apoyo de la derecha política brasileña. “Este tipo @Alexandre es un criminal de la peor calaña, que se hace pasar por juez”, escribió Musk.
La empresa informó que sus empleados en Brasil habían sido amenazados con arresto por las decisiones De Moraes. También afirmó que las decisiones del ministro serían “incompatibles con un gobierno democrático”.
En Brasil, los jueces pueden ordenarle a cualquier sitio web que retire contenido. Esas órdenes pueden ser acompañadas de amenazas con acciones leves como multas hasta sanciones más severas, como la suspensión, dijo Carlos Affonso Souza, abogado y director del Instituto de Tecnología y Sociedad, un centro de estudios con sede en Río.
En 2015 y 2016, varios jueces brasileños cerraron WhatsApp, la aplicación de mensajería más utilizada del país, debido a que la empresa se negó a cumplir con las solicitudes de la policía de datos de los usuarios. En 2022, De Moraes amenazó a la aplicación de mensajería Telegram con cerrarla a nivel nacional, argumentando que había ignorado repetidamente las solicitudes de las autoridades brasileñas de bloquear perfiles y proporcionar información. De Moraes ordenó a Telegram que designara un representante local; la empresa finalmente cumplió y permaneció en línea.
Brasil es un mercado clave para X y otras plataformas. Unos 40 millones de brasileños, aproximadamente una quinta parte de la población, acceden a X al menos una vez al mes, según el grupo de investigación de mercado Emarketer.
Musk quiere que su plataforma sea una “plaza mundial” donde la información fluya libremente. Y la pérdida del mercado brasileño -la cuarta democracia más grande del mundo- dificultaría la consecución de este objetivo.
De Moraes primero notificaría al regulador de telecomunicaciones del país, Anatel, quien luego instruiría a los operadores, incluido el proveedor de servicios de Internet Starlink del propio Musk, que suspendan el acceso de los usuarios a X. Eso incluye impedir la resolución del sitio web de X (el término para la conversión de un nombre de dominio en una dirección IP) y bloquear el acceso a la dirección IP de los servidores de X desde dentro del territorio brasileño, según Belli.
Dado que los operadores están al tanto del enfrentamiento ampliamente publicitado y de su obligación de cumplir una orden de De Moraes, además del hecho de que hacerlo no es complicado, X podría estar fuera de línea en Brasil tan pronto como 12 horas después de recibir sus instrucciones, dijo Belli.
Como se accede ampliamente a X a través de teléfonos móviles, es probable que De Moraes también notifique a las principales tiendas de aplicaciones que dejen de ofrecer X en Brasil, dijo Affonso Souza. Otra medida posible, pero muy controvertida, sería prohibir el acceso con redes privadas virtuales ( VPN) e imponer multas a quienes las utilicen para acceder a X, agregó.
X y su versión anterior, Twitter, están prohibidos en varios países, principalmente en regímenes autoritarios como Rusia, China, Irán, Myanmar, Corea del Norte, Venezuela y Turkmenistán.
China prohibió X cuando todavía se llamaba Twitter en 2009, junto con Facebook. En Rusia, las autoridades ampliaron su represión contra la disidencia y los medios de comunicación libres después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, enviara tropas a Ucrania en febrero de 2022. Han bloqueado varios medios de comunicación independientes en ruso críticos con el Kremlin y cortaron el acceso a Twitter, que luego se convirtió en X, así como a Facebook e Instagram de Meta .
En 2009, Twitter se convirtió en una herramienta de comunicación esencial en Irán después de que el gobierno del país tomara medidas drásticas contra los medios tradicionales tras una elección presidencial controvertida. Los iraníes expertos en tecnología recurrieron a Twitter para organizar protestas. Posteriormente, el gobierno prohibió la plataforma, junto con Facebook.
Otros países, como Pakistán, Turquía y Egipto, también suspendieron temporalmente X en el pasado, generalmente para sofocar la disidencia y el malestar. Twitter fue prohibido en Egipto después de los levantamientos de la Primavera Árabe, que algunos llamaron la “revolución de Twitter”, pero luego fue restaurado.
O Globo/GDA y Agencia AP
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