Cristina Kirchner y Axel Kicillof coincidieron en algo en los últimos días. Tanto la titular del PJ como el gobernador bonaerense advirtieron que la elección legislativa de este año será cuesta arriba para el peronismo y que tendrán que hacer el máximo esfuerzo posible para no profundizar el escenario escarpado para el espacio. Desde ambos campamentos aluden a la necesidad de la unidad, aunque se mantiene el diálogo cortado y también las diferencias en torno a la estrategia electoral.
Luego de que Kicillof reuniera en Villa Gesell a unos 40 intendentes a favor del desdoblamiento en Buenos Aires, una alternativa en estudio del gobernador y resistida por la ex presidenta, desde el Instituto Patria desestimaron la demostración de fuerza y ratificaron el rechazo al eventual adelantamiento de la elección para legisladores provinciales y concejales.
“Son los mismos intendentes que ya habían estado con él en diciembre. No modifica nada. Cristina entiende que la situación del peronismo es muy compleja a nivel nacional y hay que tomar las mejores decisiones. Elegir las batallas que vamos a dar”, aseguró un dirigente con contacto frecuente con la presidenta del PJ, con el propósito de bajar la confrontación, aunque con la insistencia de la conveniencia según su mirada de que las elecciones sean concurrentes, es decir en la misma fecha más allá de que en ese caso se vote con dos urnas y sistemas distintos por la implementación de la boleta única de papel para los cargos nacionales.
“Nadie puede pensar que va a ser exitoso como gobernador con una estrategia individual. Tiene que estar todo el peronismo junto. Con el desdoblamiento tendríamos ocho elecciones, una por cada sección, y en el interior posiblemente no nos vaya bien. ¿Cómo piensa capitalizar el resultado?”, siguieron con los reparos desde el búnker cristinista, y marcaron que en caso de separar los comicios la campaña local girará en torno a los casos de inseguridad en el conurbano, lo que perjudicaría a Kicillof y al peronismo.
El gobernador bonaerense no confirma que desdoblará la elección, con el argumento de que esperará el tratamiento en el Congreso de la suspensión de las PASO nacionales. En La Plata endilgan a La Cámpora la “falta de disposición” a retomar el diálogo, aunque también remiten al panorama complicado que se potenciaría en caso de un quiebre de Unión por la Patria.
“Milei ganó bien el balotaje de 2023 en ciudades grandes del interior. Tenemos que concentrarnos en evitar que haga pie en la provincia y en los municipios. La división del peronismo no es una opción para nosotros”, repasó un integrante del Gabinete bonaerense la línea que bajó Kicillof en el encuentro en Villa Gesell. Sus próximos actos con el objetivo de mostrar músculo político de cara a las definiciones serán en febrero en Mar del Plata, Junín y San Nicolás.
El Gobierno ya le puso fecha al inicio del debate en el Congreso para suspender las primarias -será el próximo martes en Diputados- y Unión por la Patria buscará unificar una postura, aunque los referentes del bloque reconocen que no será sencillo. “Por ahora no hay unanimidad. Tiene que ver con la realidad de cada provincia. Los gobernadores del norte (Ricardo Quintela, Raúl Jalil y Gildo Insfrán) están a favor de la suspensión, vamos a tratar de encontrar un punto medio”, adelantaron. Por el momento Kicillof evitó pronunciarse e incidir en ese debate interno.
Para la definición bonaerense, el mandatario buscará consensuar con todos los sectores del peronismo. Hace tiempo en contra de la continuidad de las PASO, Sergio Massa mantuvo contactos con diputados que le responden para ajustar la posición sobre las primarias nacionales y desde su espacio sembraron dudas ante el posible desdoblamiento en el principal distrito del país.
“Si fuese Axel lo pensaría dos veces. ¿Cuál va a ser el eje de la campaña? ¿Contra Milei o contra él por la inseguridad?”, coincidió en ese punto con el kirchnerismo uno de los legisladores más cercanos a Massa.