El caso de Avellino va hacia los récords Guinness. Es que el viejo club del sur de Italia donde brilló Ramón Díaz allá por la década del ’80, ostenta un curioso récord; algo si se quiere, mufa. En seis oportunidades en que le tocó ascender, hubo un cambio significativo en la Iglesia. Habitualmente por la muerte de su máximo representante. Y este último sábado se volvió a dar, tras lograr el ascenso a la Serie B de Italia. Casi 48 horas después, Francisco partía. Sí, creer o reventar.
¿Cual será el lazo que une a tan nefasta estadística? Imposible predecirlo. Lo cierto es que este último sábado, los Lobos se impusieron a Sorrento por 2-1 y a falta de una fecha, lograron ascender nuevamente a la Serie B. Y, en la madrugada del lunes se conocía la noticia de la repentina muerte de Francisco, luego de que se mostrara públicamente reestablecido durante el Domingo de Resurrección.
En menos de 48 horas, de la euforia verde, al desencanto religioso. Sin escalas. Insólito.
Esta fue la sexta vez que pasa en casi 70 años con el exequipo del «Pelado» Ramón Díaz. El primer caso data de la temporada de 1958 y 1959, cuando Avellino estaba en la Serie D, en la cuarta categoría. El equipo termina tercero en su grupo y logra ascender a la Serie C luego de un repechaje. Días después, Pío XII moría. Fue el 9 de octubre de 1958 en Castel Gandolfo, y lo sucedió Juan XXIII.
El exequipo de Ramón se sostuvo durante cuatro años en esa categoría y volvió a descender a la Serie D. Pero, su estadía en dicha categoría duraría muy poco: sólo una temporada cuando volvía a subir a la Serie C. En ese torneo, ’63/’64, la Iglesia volvía a tener movimiento: la muerte de Juan XXIII y la sucesión de Pablo VI.
Pero el vínculo entre Avellino y la Iglesia no quedaría ahí. Había más. Tuvieron que pasar poco más de 14 años para que se produzca «una nueva coincidencia». Fue en 1978, en concordancia con el primer título del Mundo de la Selección, que Avellino lograba por primera y única vez en su historia, ascender a la Serie A. Un año en que la iglesia tuvo un movimiento inusual.
Hubo tres Papas en ese año. Pablo VI murió y fue sucedido por Juan Pablo I; que, con sólo 33 días papales también murió sorpresivamente. Y sería sucedido por el Papa polaco, Juan Pablo II. Un año increíblemente nefasto y cambiante para la Iglesia.
A su vez, en el año 2005 el fenómeno Avellino volvía a ocurrir. El equipo lograba ascender a la Serie B, tras ganarle la final del playoff al Napoli en concordancia con la muerte de Juan Pablo II: murió el 2 de abril. Lo sucedería Benedicto XVI.
El quinto caso se dio durante el 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI y la asunción de Francisco. En esa temporada, Avellino volvía a ascender a la Serie B, tras conquistar el ascenso directo. A esa altura, ya había cambiado de nombre por los fuertes vaivenes económicos que debió atravesar, «Associazione Sportiva Avellino 1912».
Tras brillar en River y de pasar por Napoli, Ramón Díaz llegó al Avellino durante la temporada de 1983. Estuvo allí tres años.
Su debut fue con victoria ante el poderoso Milan, el 11 de septiembre de ese año. Durante su estadía, el «Pelado» jugó 92 partidos y marcó 24 goles. Y en aquel momento enfrentó al sorprendente Napoli de Maradona.