Con un mensaje para Javier Milei, el hijo de Jair Bolsonaro trató de ilegal la detención en Argentina de brasileños involucrados en un intento golpista

«Confío en que las leyes del país serán respetadas durante el gobierno del Presidente Javier Milei, a quien admiro, y cuento también con la excelencia del nuevo Canciller, Gerardo Werthein», escribió este sábado Eduardo Bolsonaro, diputado brasileño y tercer hijo de Javier, expresidente del país vecino. Lo hizo en su cuenta de X, y al respecto de la detención de dos prófugos de la justicia brasileña, acusados por el copamiento del Planalto y otras instituciones, en una intentona golpista en la asunción de Lula Da Silva.

Joelton Gusmao de Oliveira (47) y Rodrigo de Freitas Moro Ramalho (34) fueron los dos detenidos, ambos en La Plata, de los 61 que la justicia argentina ordenó capturar, por petición de su par brasileña. Bolsonaro, en nombre del partido opositor a Lula, trató este sábado a ellos dos y al resto como «asilados políticos».

«Con gran pesar me enteré de la detención de exiliados políticos en Argentina. Lamentablemente, fueron arrestados a pesar de tener una solicitud de asilo político, que otorga protección legal contra cualquier intento de extradición por parte del Estado Brasileño», comenzó su posteo de X Bolsonaro, que además es secretario de Relaciones Institucionales e Internacionales del Partido Liberal de Brasil.

Y apuntó contra el juez Daniel Rafecas: «Parece que la detención fue realizada de forma ilegal, por un juez vinculado a la izquierda radical argentina. Sin embargo, al menos allí, el Estado totalitario no está tan avanzado como en Brasil y todavía existen herramientas institucionales para prevenir este tipo de abuso de autoridad».

Si bien fue halagüeño con Milei y con Werthein, Eduardo Bolsonaro le dejó un mensaje al Gobierno y conminó a sus pares argentinos a tratar bien a sus compatriotas, que participaron de la toma del Palacio del Planalto, el edificio del Ejecutivo en Brasilia, cuando asumía el mando el actual presidente de Brasil tras haber vencido a Jair Bolsonaro en las urnas.

Escribió Bolsonaro hijo. en su comunicado subido a redes: «Creo firmemente que a estos brasileños no se les violarán sus derechos en Argentina. No veremos a ancianos, madres, personas con necesidades especiales y todo tipo de gente común –locamente acusada de intento de golpe de Estado, por la tiranía que impera en Brasil- siendo deportados por el gobierno argentino».

Y ahondó en cuestiones geopolíticas para argumentar su punto de vista: «Así como la izquierda global se unió para crear un sistema internacional totalitario de persecución, nosotros, de la derecha, nos unimos para detener esta tiranía y crear un sistema internacional para defender las libertades humanas. Hoy, gracias al trabajo internacional que hicimos todos, ya hemos logrado concienciar a los países libres».

«Todo el mundo ya sabe que Brasil es un violador sistemático de las libertades humanas más básicas. Hoy, el mundo libre ya puede darse cuenta de que las autoridades públicas de Brasil tienen tanto crédito como las autoridades públicas de Venezuela, Cuba o Nicaragua, regímenes dictatoriales autocráticos perversos», parangonó al gobierno de Lula.

Y en pos de un abrazo político que tuerza el destino de los militantes bolsonaristas que huyeron hacia Argentina, Eduardo Bolsonaro insistió con argumentos sobre «la loca narrativa, que intenta transformar a la gente común y corriente en peligrosas amenazas al Estado de Derecho» que «no irá más allá del horizonte de sucesos de la militancia radical en las redacciones sumisas a la extrema izquierda«.

La justicia argentina ordenó la detención de 61 ciudadanos brasileños que se encuentran en Argentina y tienen pedido de extradición por el ataque a los tres poderes públicos de Brasil perpetrado en 2023.

La orden de detención fue emitida por el juez Daniel Rafecas a pedido del Superior Tribunal de Justicia de Brasil y alcanza a 61 ciudadanos brasileños, que se encuentran en Argentina y tienen «condenas con sentencia firme a penas de prisión efectiva«, añadió la fuente.

El 8 de enero de 2023, miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro invadieron el palacio presidencial, y las sedes del Congreso y la corte suprema, reclamando la intervención de las Fuerzas Armadas para deponer a Lula y denunciando un supuesto fraude en las elecciones.

La policía de Brasil detuvo a cientos de presuntos autores, financistas e incitadores de esos asaltos y el 10 de junio de este año, informó que había pedido ayuda a Argentina para localizar la posible presencia de más de 140 fugitivos del asalto en el país.