El Gobierno lanzó una convocatoria a un nuevo canje de deuda local emitida en pesos, en un intento por patear a 2026 parte de los abultados vencimientos previstos para el presente año. Los funcionarios se proponen rescatar títulos que vencen en el período comprendido entre los próximos 4 a 10 meses, por otros a caducar de aquí a 14 o 23 meses.
La Secretaría de Finanzas llamó a licitación para intentar convertir este viernes once instrumentos por caducar entre el 16 de mayo y el 9 de noviembre (entre los que se encuentran 8 Letras de Capitalización-Lecaps-, dos Boncer y un Boncap) por una canasta que incluye cuatro bonos en pesos que vencerán entre el 16 de marzo y el 15 de diciembre del 2026 (entre 14 y 23 meses más adelante).
Estos nuevos instrumentos serán duales, y la opción será la mejor entre la tasa fija (la establecida por el Boncap) y una tasa variable, tomando como referencia para ello la Tasa Mayorista de Argentina (TAMAR), creada poco tiempo atrás por el Banco Central (BCRA) y calculada sobre la base de los depósitos a plazo fijo de más $1000 millones.
Se trata de instrumentos que tienen un esquema de pago único al vencimiento establecido por el mayor valor entre el rendimiento acumulado por la tasa TAMAR y el tramo de tasa fija, que opera como una letra capitalizable. En este caso, las tasas fijas correspondientes a estos bonos son del 30,55%, 29,65%, 29,31% y 28,93%, lo que indica que “el Tesoro está ofreciendo un premio implícito por la opcionalidad”, observaron desde Delphos Investment.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, señaló en su cuenta de la red social X que los precios fijados en la convocatoria resultan en una tasa de interés interna de retorno efectiva anual (Tirea), promedio, de 29,5% anual.
La operación implica un intento de postergación de alrededor de un tercio del total de los vencimientos que tiene hoy programados en su calendario de pagos el Gobierno Nacional. Busca, según explicaron fuentes oficiales, “descargar los compromisos más importantes”, en especial, “los que están hoy planificados dentro de lo que será el período electoral”, según admiten.
De allí que el mayor esfuerzo está puesto sobre los instrumentos por vencer entre mayo y octubre.
“Lo que se busca es dar cobertura de tasa de este modo”, interpretaron en el mercado, algo que puede ser muy útil para los inversores institucionales.
“Por lo que se ve, están intentando bajar el rolleo necesario de deuda para evitar que se sumen posibles ruidos en medio del proceso electoral”, interpretó el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Outlier.
“La estrategia es nuevamente aliviar los vencimientos de deuda en pesos del año corriente, aprovechando la confianza demostrada en su capacidad para colocar títulos de largo plazo, algo que quedó evidenciado en la licitación previa, donde la tasa de rollover superó el 200% y se adjudicaron $1,5 billones en una Lecap con vencimiento en junio de 2026. En este contexto, el Tesoro reafirma su disposición a ofrecer premios significativos y ralentizar la baja de tasas con el objetivo de extender la duración de sus compromisos”, acotaron desde Delphos Investment.
Los once papeles convocados al canje voluntario representan vencimientos hoy por unos $24 billones. Hay que recordar que la mayoría de esos papeles no pagaron intereses, sino que los fueron integrando mes a mes a su capital, un recurso al que apeló el Gobierno para poder cerrar 2024 mostrando un inédito superávit financiero del 0,3% del PBI, el primero en una década y media.