El oficialismo se perdió en su propia interna y la oposición aprovechó y sacó ventaja: el kirchnerismo y el radicalismo tejieron alianzas e impusieron a Martín Lousteau como el presidente de la Bicameral de Inteligencia; comisión estratégica para el tratamiento del DNU de la SIDE que otorgó $ 100 mil millones.
Como vice quedó el diputado Leopoldo Moreau (UP) y como secretario el senador Oscar Parrilli (UP), quien fue titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el gobierno de Cristina Kirchner. La vice segunda quedó vacante para algún miembro de La Libertad Avanza o el PRO, que no lo definieron.
La decisión quedó confirmada después de casi una hora de reunión a puertas cerradas. Los encuentros de Inteligencia son secretos y no se transmiten.
De los 14 integrantes de la bicameral -siete senadores y siete diputados-, seis pertenecen a los bloques de Unión por la Patria y fueron la llave para ratificar la designación del titular de la UCR al frente del cuerpo.
Los otros dos votos fueron del propio Lousteau y su compañera de espacio, la radical porteña Mariela Coletta. La votación terminó 8 a 6.
La senadora radical chubutense, Edith Terenzi, que responde al gobernador Ignacio Torres e integra una bancada federal no acompañó a Lousteau.
El oficialismo del Senado tenía acordado con Victoria Villarruel y el aval de Patricia Bullrich, que el presidente fuera el misionero Martín Goerling del PRO, hombre cercano a la ministra de Seguridad, pero desde la Casa Rosada quisieron imponer al entrerriano federal Edgardo Kueider.
«Teníamos todo cerrado, pero el Ejecutivo metió la cuchara», reconoció un legislador aliado del oficialismo.
La tensión lejos de resolverse escaló y las consecuencias quedaron a la vista: el kirchnerismo tejió por lo bajo con Lousteau y lo convenció de que presidiera él.
La mesa de negociación fue más amplia. Lousteau forma parte de la cúpula del radicalismo porteño conducido por Emiliano Yacobitti, Daniel Angelici, y Enrique Coti Nosiglia.
«No hubo nada que prometer«, aseguran sobre el acuerdo tejido. Lousteau está en contra del DNU que otorgó $ 100.000 millones en gastos reservados a la SIDE y se erige como un fuerte opositor del Senado.
Cerca del jefe del radicalismo en un inicio habían asegurado que no le interesaba el lugar. Sin embargo, terminó aceptando.
Al respecto, en su entorno argumentaron que no iba a ser él quien definiera la interna libertaria y que su convicción es que «los organismos de control -un ámbito donde el oficialismo debe ser controlado- deben estar en manos de la oposición».
Tenían los votos decisivos e hicieron uso de ese poder.
Terminada la reunión y consultado por el acuerdo con el kirchnerismo, Lousteau sentenció: «Yo tomo mis decisiones en función de mis convicciones. Este tipo de comisiones bicamerales de control no deben ser un instrumento más del oficialismo».
Y agregó: «Estamos viendo no solamente lo que ha pasado con los servicios de inteligencia en los últimos años, sino últimamente indicios lo suficientemente fuertes que están siendo utilizados para perseguir. Para perseguir periodistas, para hacer campañas, para perseguir opositores. Entonces me parece importante controlar eso. Controlar eso es parte constitutiva de la ADN radical. Si no hay un buen control de estos órganos, le hacemos un muy flaco favor a la democracia».
Mientras tanto, en Unión por la Patria se oponían de lleno de Kueider, a quien consideran un «traidor» por romper el bloque del peronismo y votar a favor de la Ley Bases de Javier Milei. Tampoco querían votar a un hombre de Bullrich.
El oficialismo había apurado la conformación de esta comisión para intentar desbaratar la sesión especial pedida para este miércoles en Diputados para voltear el DNU de la SIDE, lo que significaría un fuerte golpe para el Gobierno.
La designación de Lousteau aseguran que no cambiará los planes de las seis diputadas que responden a él y que darán quórum en la sesión de este miércoles para rechazar el decreto. «Por supuesto», aseguran cerca de Lousteau. Sin embargo el bloque radical de Diputados tiene prevista una reunión en las próximas horas para fijar postura.
Uno por uno, quiénes integran la Bicameral
Unión por la Patria tiene a tres senadores Oscar Parrilli, Eduardo «Wado» de Pedro y Florencia López, y a los diputados Germán Martínez, Paula Penacca y Leopoldo Moreau.
La UCR tiene a Lousteau y a Mariela Coletta.
Por el PRO, Goerling y el diputado Cristian Ritondo (que estuvo ausente, de viaje) y fue reemplazado por Silvia Lospennato; por La Libertad Avanza Gabriel Bornoroni, y César Treffinger.
Kuider integra una bancada federal y la radical Edith Terenzi también.