La ofensiva del Gobierno para frenar el tratamiento del DNU de la SIDE en el Senado finalmente fracasó. El kirchnerismo y el radicalismo consiguieron incluir la discusión del decreto en el temario y tienen los números para voltearlo.
Si eso ocurre el golpe para el oficialismo, que involucró al propio presidente Javier Milei en la maniobra, será fuertísimo, porque además se espera que el proyecto de Financiamiento Universitario (que Milei ya amenazó con vetar) también verá luz verde este jueves.
El DNU será el último tema a tratar en una sesión que ya se prevé será maratónica y salvo que el Gobierno juegue fuerte para conseguir un giro drástico o que se caiga el quórum en ese momento, el resultado es irreversible.
En los pasillos del Senado ya están el secretario ejecutivo de Nación, José Rolandi, y el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán. Aunque ya se sabía que vendrían porque están abocados a que la Boleta Única Papel, el consuelo que le queda al oficialismo, salga sí o sí.
Foto Federico Lopez Claro
Si bien Unión por la Patria, que tiene 33 legisladores, tiene tres ausentes después de una durísima reunión de bloque, los 13 senadores radicales estarían abroquelados para rechazar el DNU. Incluso tienen margen para que si a la hora de la verdad hay algunos caídos igual se alcancen los 37 necesarios para derribarlo.
Este miércoles Milei recibió junto al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a los jefes de bloque de las bancadas dialoguistas. Entre ellos, el presidente de la bancada de la UCR, el correntino Eduardo Vischi.
A raíz de esa reunión se empezó a gestar la movida para que el DNU no entre en la sesión de este jueves. Como contó Clarín, a la tarde, Francos mandó una carta al Congreso proponiendo una sesión secreta para que vayan Bullrich, el ministro de Defensa, Luis Petri y el titular de la SIDE, Sergio Neiffert a explicar el decreto que le otorga 100 mil millones a ese órgano para gastos reservados.
Javier Milei y Guillermo Francos con los jefes de bloque del PRO, Unidad Federal y Cambio Federal.La idea de sesión no surtió efecto, pero en la reunión de Labor -entre Victoria Villarruel y los jefes de bloque- se armó una nueva acta de sesión en la que el tema DNU quedó afuera.
Sin embargo, esa acta no fue firmada ni por el jefe de Unión por la Patria, José Mayans, ni el de la UCR, Vischi, a pesar que se sabe que él estaba a favor de la idea.
Sin embargo, como jefe de bancada, debió atender el reclamo de sus senadores que en el bloque le habían planteado reparos.
A la noche del miércoles, el kirchnerismo ni siquiera sabía si iba a forzar la votación por el DNU por temor a perderla. «No llegamos. Somos 30 y necesitamos 7», señalaron.
Pero entre la noche y esta mañana hubo contactos y una nueva reunión de bloque de la UCR que terminó de ordenar el tema. Votaron puertas adentro y de los 13 que son, nueve votaron a favor de rechazar el DNU y hubo una abstención.
El «efecto Campero» hizo el resto. Mariano Campero es uno de los cinco diputados radicales que fueron a la foto con Milei antes de la sesión por jubilaciones y terminaron votaron con La Libertad Avanza, mientras los otros 26 compañeros de bloque se mantuvieron fieles a su proyecto de recomposición.
Lo único en lo que estaban de acuerdo todos los senadores de UCR era en que no iban a partirse en esto. Vischi, que no está de acuerdo, cumplió y fue quien en el recinto propuso incluir el tema del DNU en la sesión.
Se aprobó entonces en el recinto el acta de Labor de ayer, pero agregando el decreto.
Esto, igualmente, alteró el clima en el Senado. «No tienen palabra. Se acordó algo y traicionaron. Vischi no maneja al bloque. De acá en más no se va a poder acordar nada más», aseguró un hombre de peso del PRO.
La noticia llegó a casa Rosada y cerca de Patricia Bullrich daban por perdido el caso.
Con muy mala cara, apenas terminó esa votación, la vicepresidenta Villarruel se levantó del estrado y dejó de presidir la sesión.