El Gran Premio de México incluyó un brochette de emociones. Si bien era difícil superar lo vivido hace siete días en Austin, la Fórmula 1 volvió a entregar una carrera de película que tuvo de todo: sobrepasos, accidentes, auto de seguridad y estrategias variopintas. Y Franco Colapinto, quien rompe con la barrera de lo imposible cosechando logros que parecen imposibles, dio una nueva muestra de talento. Tanto es así que evitó los errores, mostró sus cualidades conductivas, fue para adelante y ganó X posiciones en total. Si bien acabó xº y no llegó a la zona de puntos, cruzó la meta por quinta ocasión consecutiva.