La inminente renuncia a la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Iñaki Arreseygor, apenas sorprendió este jueves porque detrás de su decisión están sus planes para asumir en los próximos días la jefatura de lo que será la nueva Agencia Nacional de Puertos y Navegación (Anpyn), que entre otros temas tendrá a su cargo la administración del puerto de Buenos Aires y de la Hidrovía Paraná Paraguay, cuyo dragado será licitado a empresas privadas.
Es decir, se produjo la renuncia Arresygor en coincidencia con el cierre de la Administradora General de Puertos, que coexiste físicamente y con su personal con Puerto de Buenos Aires. Son la misma cosa. La AGP a su vez ha estado muy contaminada por sospechas de corrupción y complicidad entre el sector público y privado.
A su vez, desde que Alberto Fernández estatizó el control y el cobro del peaje de la Hidrovía, el Estado argentino se llenó de reclamos de los países vecinos por la forma en que se hizo y lejos de agilizar el funcionamiento de la Hidrovía, este se empantanó y quedó entorpecido.
Arreseygor era subsecretario de Puertos y Vías Navegables desde mayo pasado tras la renuncia entonces de Pablo Piccirilli, sin apoyo político. Aunque el decreto de creación de la nueva Agencia y su designación al frente del organismo es casi un hecho para el ministro Luis Caputo, ello todavía no ha sido oficializado. La AGP dejaba de existir este 1 de enero.
Así como el reordenamiento de la Hidrovía fue bien recibido, la creación de la Agencia, que es parte del plan de ajuste y motosierra del gobierno de Javier Milei y su ministro de Desregulación Federico Sturzenegger, fue recibido con sentimientos variados, ya que adolece de claridad en algunos aspectos. Son los que tienen que ver con los puertos y las vías navegables, la formación del personal de la Marina Mercante, y la relación con la Prefectura.
Si bien una parte del decreto dice que absorbe todas las funciones, no está del todo claro. Al ser una Agencia ahora depende del Ministerio de Economía cuando la AGP dependía del desaparecido Ministerio de Transporte. Hay opacidad en cuanto a sus incumbencias, acerca de si le puede dar órdenes a la Armada y a la Prefectura, como hace el ahora ex subsecretario Arreseygor, que le hacía pedidos a ambas fuerzas. Todo eso está por ahora en una nebulosa.
Para el presidente de la Cámara Naviera, Jorge Alvarez, la creación de la Anpyn es “muy positiva”, porque se le da jerarquía y autonomía a un sector vital para el comercio exterior e interno del país. Dijo que era además de gran importancia la concesión de la Via Navegable Troncal y las Terminales del Puerto de Buenos Aires para el armado de una estructura técnica, legal y administrativa.
“Creemos que la nueva Agencia es un instrumento idóneo para poder reactivar el sector y darle la dinámica y el desarrollo para un país geográficamente tan necesitado de una política portuaria y naviera activa que su comercio exterior e interno reclama”, afirmó Alvarez a Clarín. Consideró que el litoral marítimo y fluvial estuvo durante muchos años apartado de la política pública y que ha sido un sector relegado y esperamos, por lo que mantiene expectativas de que la nueva Agencia “pueda ser la herramienta para impulsar su desarrollo”.
En ese sentido puso a Paraguay como ejemplo de los logros de que en pocos años se consolidó como la tercera flota fluvial mundial mientras que la flota fluvial Argentina desapareció del escenario.
En cambio, el presidente de la Liga Naval, Fernando Morales afirmó que si se tratara de un cambio de nombre o de una “cosmética administrativa tal como ha sucedido con la ex AFIP podría decirse que es inocuo”. Pero dijo que en este caso el tema “es bastante” mas complejo.
“En primer lugar hay un cambio de dependencia, la subsecretaria depende de transportes y la nueva agencia lo hará de Economía con lo cual hay una disociación respecto del sistema de transporte nacional. Esto podría complicar por ejemplo los sistemas de transporte multimodal (combinación de distintos medios de transporte para el traslado de una misma mercadería)”.
Morales advirtió sobre la falta de claridad de cómo se formará la Marina Mercante nacional y señaló: “lo más criticable de este proyecto es el apuro con el que se pretenden efectuar cambios en temas muy puntuales y técnicos sobre los que el actual gobierno ha puesto de manifiesto un preocupan de desconocimiento”.
En ese sentido recordó que Sturzenegger había dicho que en las aguas argentinas “los prácticos no son necesarios y que el cabotaje marítimo puede ser realizado por buques de terceras banderas”.
En su visión, ambos conceptos resultan contrarios a lo que aplica el 99% de los países con litoral marítimo. “Por estas horas lo más preocupante es la presunción generalizada en el sector sobre el grado de análisis previo que esta medida ha tenido”, dijo Morales.