Contracción en 2024 y recuperación en 2025. Las últimas proyecciones de la Cepal confirmaron el consenso que existe entre analistas y organismos internacionales sobre el futuro de corto plazo en la economía argentina, con cifras algo menos optimistas que las últimas compartidas por el FMI y el Banco Mundial.
En su actualización de pronósticos para los países de América Latina, el organismo que depende de la ONU espera que el PBI se contraiga un 3,6% este año, con una expansión del 4% en 2025, cuando el país podría interrumpir dos años consecutivos de caída en el nivel de actividad. Estos números, que fueron difundidos hoy, ubican a la Argentina y Haití en el grupo de los únicos países cuya economía se achicará este año. Incluso Venezuela, luego de su colapso de las últimas décadas, espera un crecimiento del 5% en su PBI.
Estas proyecciones son ligeramente menos positivas que las publicadas semanas atrás por organismos como el Banco Mundial o el FMI. En su última actualización del World Economic Outlook (WEO), el Fondo ubicó en 3,5% la caída de la economía argentina para este año, con un cambio de tendencia en el semestre en curso. Así, estiman que para 2025 el crecimiento podría alcanzar el 5% (un punto porcentual más que lo que ahora proyecta la Cepal). En el primer trimestre de este año, de acuerdo con los datos del Indec, la economía argentina se contrajo un 5,1%.
Entre otros factores, el organismo que lidera el economista José Manuel Salazar-Xirinachs advierte por el deterioro en las cuentas públicas de los últimos años y la “ampliación del déficit” que se registró en la Argentina (como en los otros países), al analizar la caída del nivel de actividad el año pasado.
A su vez, describe que hubo “aumentos en la IED” en 2023, pero que esto se debió a “mayores préstamos recibidos por filiales de empresas extranjeras”, en un contexto de restricciones en el acceso al mercado de crédito internacional para el país. También analiza el crecimiento en la “formación de activos en el exterior” y atribuye a la Argentina un lugar central en esa dinámica regional, en un proceso que involucró a individuos (hogares) y a empresas.
Otro de los puntos sobre los que se explaya el informe de Cepal es el nivel de ingresos, donde nuevamente la Argentina se ubica a contramano de la dinámica regional. De acuerdo con el informe del organismo, en el primer trimestre de 2024 la tasa de crecimiento del salario promedio real los países de América latina fue del 3,8%, con solamente dos países en sentido inverso: la Argentina (-14%) y Bolivia (-2%).
Por otra parte, el análisis del organismo analiza que, a nivel regional luego del pico de 2020 por la pandemia, se mantiene constante desde 2022 el gasto en subsidios y transferencias corrientes desde el sector público. “En la Argentina, si bien se observa una reducción significativa de los subsidios energéticos, el descenso observado se explica en gran medida por el menor gasto en jubilaciones y pensiones en un contexto inflacionaria”, describe el documento.
Según Cepal, la comisión regional de la ONU enfocada en el desarrollo económico de América Latina y el Caribe, el promedio de crecimiento de América latina este año será del 1,7%, con mejor desempeño en el Caribe (8,4%) que en la región de Sudamérica (1,5%). En este punto, también las proyecciones son menos optimistas que las que maneja el FMI, que espera un crecimiento regional del 1,9% este año (sería 2,7% si se excluyen Argentina y Venezuela).
Para 2025, el informe proyecta crecimiento para todos los países de la región, a excepción de Haití (-0,5%), con un promedio del 2,3%. Además de la Argentina, se destacan los desempeños esperados en Brasil (2,1%), Chile (2,3%), Colombia (2,6%), Paraguay (3,6%) y Uruguay (2,6%). Para México, se estima una expansión del 1,4%.