Atención, vecinos: el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (E.P.R.E.) se puso el guardapolvo de científico loco y descubrió que Caucete le debe a D.E.C.S.A. 465 millones de pesos.
Sí, leíste bien: 465 palitos. Una cifra tan obscena que uno no sabe si pagar la deuda o comprarse una isla y declararse independiente.
Todo arrancó con un «Acta Acuerdo» firmado en julio de 2024. ¿Qué decía el acuerdo?
Básicamente: «Vamos a armar una comisión, total no pasa nada, pero qué lindo queda en la foto». Resultado: después de mil reuniones, siguen más lejos de un acuerdo que nosotros de ganar el Mundial de Rugby.
Mientras tanto, el E.P.R.E. auditó las cuentas y dijo: «Sí, papu, la deuda existe», mientras destapaba facturas más truchas que un Rolex en la feria.
Y ahora viene la parte gourmet:
La intendenta Romina Rosas, en modo «influencer indignada», denunció que D.E.C.S.A. factura 15.000 luminarias pero en realidad solo prenden 5.000.
O sea, pagamos por Times Square, pero vivimos en Mordor.
¡Espectacular! Una estafa lumínica que ni el Chapo Guzmán se animaría a tanto.
Romina promete una auditoría para demostrar que nos están cobrando focos imaginarios, lámparas invisibles y, posiblemente, alguna que otra luciérnaga tercerizada.
Mientras tanto, D.E.C.S.A. ya está afilando las armas judiciales para cobrarse lo suyo.
Y el alumbrado público en Caucete sigue siendo tan confiable como un billete de 3 pesos.
La novela continúa.
¿Final feliz? Solo si conseguimos un milagro… o una linterna.