A más de 9 meses del siniestro vial con consecuencias mortales que conmocionó a la provincia, las autoridades judiciales ejecutan la pericia que definirá las responsabilidades de los implicados, entre ellos, la del hijo del juez federal, Juan Pablo Echegaray.
El caso que investiga la muerte de Lucía Rubiño, la adolescente que fue atropellada por un automóvil acusado de correr una picada durante la madrugada del 15 de octubre de 2023, presentó novedad este martes por la tarde cuando se desarrolló la pericia accidentológica y la reconstrucción del trágico hecho. Al sitio también acudieron familiares de la víctima, los que se mantuvieron cerca de la tarea de los expertos.
La prueba que será clave para determinar las responsabilidades de los implicados, entre ellos de Juan Pablo Echegaray, fue ejecutada por peritos de Mendoza, a pedido del fiscal Iván Grassi. A la producción del peritaje también se hicieron presentes los peritos de parte, dos de la defensa, representada por Sandra Leveque, y uno de la querella, encarnada por Marcelo Fernández Valdéz.
Según comentaron fuentes allegadas, el lunes se reunieron las partes para unificar criterios en los puntos a peritar y la cita se acordó para este martes a las 15 horas, en el interior del barrio Profesional de Rivadavia, que ofició de escenario para la fatalidad. Para ello, los vehículos que estuvieron involucrados en el siniestro vial fueron trasladados hasta el lugar y fueron parte de la recreación.
En principio había dudas sobre el horario en el que se ejecutaría la prueba, ya que el suceso ocurrió durante la noche y, por ello, se esperaba que las acciones se realizaran con una luz nocturna similar, de modo que la simulación fuera lo más fiel posible a los hechos y las participaciones que se investigan.
Uno de los puntos que sostenía la defensa y que cuestionaba la reconstrucción era que las condiciones ya no serían las mismas, no sólo por las diferencias de horarios y de estación, sino también porque la misma calle fue modificada. Los reductores de velocidad que estaban incompletos al momento del incidente, a los pocos días fueron colocados por la municipalidad. Es por esa razón, que la escena no sería la misma, según indicó la abogada defensora.
El trabajo de los peritos que fueron requeridos por el Ministerio Público, frente a la oposición de los especialista locales de repetir la pericia, contó con el apoyo de las filmaciones de las cámaras de seguridad del Chango Mas.
Las fuentes afirmaron que la oposición a realizar la tarea habría estado sustentada en que la misma ya se había ejecutado para la Justicia de Menores. De hecho, por obra de esa pericia, además de los testimonios, la jueza María Julia Camus procesó al menor involucrado por homicidio con dolo eventual.
Las mismas señalaron que Grassi accedió al informe de los peritos dado que habría encontrado incongruencias que no lo dejaron conforme y por tanto realizó el pedido. Las conclusiones de la prueba tampoco dejaron satisfecha a la parte querellante. Consultado por este medio, el querellante confirmó su postura y aseguró que la pericia accidentológica se contradecía en sí misma. Advirtió que en la enumeración de los supuestos indicaba una cosa, pero en la conclusiones decía lo opuesto.