Horas después de la agónica victoria de Vélez ante Peñarol por la Copa Libertadores y luego de la pelea posterior entre barrabravas del Fortín y policías de la Ciudad de Buenos Aires que estaban de franco, el Ministerio de Seguridad difundió el nombre de 14 «simpatizantes radicalizados del Club Atlético Vélez Sarsfield» a los que se le aplicó derecho de admisión.
«Aplicar el impedimento de acceso y/o permanencia a los estadios deportivos en los cuales se desarrollen eventos futbolísticos comprendidos en el Artículo 2° de la Ley N° 5.847 (texto consolidado según Ley N° 6.588) y/o a los perímetros de seguridad de los mismos por un plazo de CUARENTA Y OCHO (48) MESES», dice la resolución judicial.
Se trata de Jonathan Matías Pereyra, Diego Omar Richini, Brian Benjamín Andelo, Wilson Ezequiel Báez, Nazareno Reyes, Guillermo Martín Romer, Nahuel Ángel Adrián Contreras, Yamil Agustín Méndez, Alexis Lautaro Arnal, Ignacio Agustín D’Amico, Nicolás Pereira, Eric Linardi, Cristian Silvestre Cejas y Tomás Agustín Lorenzo, quienes según la ministra Patricia Bullrich, «jamás volverán a pisar un estadio».
Los incidentes ocurrieron en la madrugada de este jueves, cuando los policías porteños jugaban un partido de fútbol 5 en el complejo «Esquina Vélez Fútbol», ubicado sobre Barragán y Juan B. Justo, a pocas cuadras del estadio josé Amalfitani. Agentes federales de la Comisaría de Intervenciones Judiciales concurrieron al lugar alertados por disparos de arma de fuego.
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Así empezó la pelea entre hinchas de Vélez y la agentes de la Policía de la Ciudad.
La División Unidad de Búsqueda de Evidencia de la Policía Federal (PFA) realizó las correspondientes pericias, luego de la gresca que se produjo cuando los barras ingresaron a la cancha e increparon a los policías en medio del partido. La investigación es comandada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 4 a cargo de Martín Yadarola.
Según fuentes de la investigación, en el operativo se secuestraron dos pistolas calibre 9 mm, marca Beretta, reglamentarias de Policía de la Ciudad; y un Fiat Palio, que estaba dentro del estacionamiento del predio y sería de unos de los oficiales que resultó involucrado. El automóvil tenía daños en el vidrio trasero.
Los desmanes que obligaron a la Policía Federal a detener a 26 barras ocurrieron luego de que Vélez venciera a Peñarol de Uruguay en el debut de Copa Libertadores. Tras el partido y en la desconcentración del público del estadio, una facción de la barra pasó por unas canchitas de fútbol 5 que están muy cerca del estadio José Amalfitani.
Allí, unos policías de civil estaban jugando un partido informal de fútbol. Al pasar los barras velezanos, vieron que uno de los jugadores tenía un short del equipo uruguayo que minutos atrás habían enfrentado en el debut copero. Era de Peñarol. Se acercaron al alambrado y empezaron a insultarlo. Como el insulto fue correspondido, dieron la vuelta e ingresaron al complejo armados con palos para confrontar con los «improvisados jugadores» que eran agentes policiales de civil.
Una vez que ingresaron al complejo de canchas de fútbol 5, los barras los atacaron a golpes y patadas, según lo que quedó registrado en los videos de las cámaras de seguridad, lo que derivó en una batalla campal de todos contra todos, con disparos de arma de fuego en el medio.
Ahora, la justicia intenta determinar quién manipuló las armas utilizadas para efectuar los disparos dado que al parecer le fueron sustraídas de los bolsos a los policías que jugaban al fútbol.
