Así podría titularse esta tragicomedia peronista en San Juan, protagonizada por un exintendente que dice tener la cola limpia y un Tribunal de Cuentas que dice Emilio Baistrocchi es un más comité de campaña que órgano de control.
Resulta que una funcionaria del Tribunal revisó el balance 2023 de la Municipalidad de Capital y, encontró cosas cuestionables. No se sabe bien qué ni cómo, pero ya están afilando el cuchillo. Al parecer, la joyita investigada es una obra de 500 millones de pesos para cambiarle las veredas al microcentro, porque claro… nada representa mas gestión como una buena baldosa nueva.
La empresa pidió una prórroga (como toda empresa argentina que se respete), la muni la aprobó (con el sello bien puesto), y ahora parece que eso era pecado mortal. Y ahí entra el show.
Emilio Baistrocchi, exintendente, se presenta como víctima del aparato, salió a hablar en Radio Sarmiento y básicamente dijo: «Me están apretando, che. Esto es más turbio que mate lavado de comité.» Según él, el Tribunal de Cuentas dejó de ser un órgano y se volvió un órgano musical: lo toca Uñac cuando quiere.
Baistrocchi, visiblemente enojado y con la paciencia de un taxista en hora pico, disparó con munición gruesa: que «*Pablo García Nieto, Juan Flores y el mismísimo Sergio Uñac manejan el Tribunal como si fuera un grupo de WhatsApp del PJ*». Que los cargos en su contra fueron redactados por los mismos de siempre, esos que trabajan de auditores de día y de operadores políticos de noche.
Pero lo mejor fue cuando les tiró con todo: los llamó “perros caniche de Uñac” (¡caniches, señores!), y les dijo “burros” que siguen órdenes sin saber ni lo que firman. Un combo explosivo entre zoológico, insulto criollo y derecho administrativo.
Baistrocchi jura que tiene “el culo limpio” —frase que no solemos escuchar en discursos institucionales, pero que en San Juan ya tiene estatus de testimonio legal. Asegura que no puso a ningún primo, cuñado ni compadre en planta permanente, y que por eso ahora lo están cocinando a fuego lento.
¿Conclusión?, Emilio Baistrocchi dice que el Tribunal de Cuentas parece haberse transformado en una especie de arma reglamentaria con membrete, lista para entrar en acción en las guerras intestinas del peronismo sanjuanino. Y Baistrocchi, que antes era del palo, ahora dice que lo quieren ensartar con una auditoría trucha y que va a recusar a los amigotes de su militancia.
El peronismo sanjuanino no necesita ninguna productora de cine internacional para hacer una película de terror. Tiene internas, aprietes, jurys, caniches, veredas millonarias y exintendentes con el culo limpio. Es un show con streaming propio con presupuesto estatal.