Un masivo apagón afectó a gran parte de la zona sur de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense desde alrededor de las 7 de la mañana de este jueves. A partir de las 11, la Secretaría de Energía informó que se había restablecido el servicio eléctrico al 100% de los usuarios afectados.
En detalle, el incidente ocurrió a las 7:12 de hoy en la generadora térmica Central Costanera y afectó aproximadamente a 500.00 usuarios. Una hora después, se recuperó el servicio del 82% (410.000 usuarios) y quedó un remanente de 90.000 usuarios a quienes se les restableció el servicio a las 8:30, según informó la empresa Edesur.
“Es importante aclarar que los cortes no se dieron por un pico de demanda, sino por un problema operativo vinculado a la generación que afectó a 17 subestaciones que alimentan el suministro de la zona de concesión de Edesur”, dijo el Gobierno en un comunicado.
En este marco, fuentes del mercado indicaron a este diario que, por causas que aún se están analizando, hubo un desenganche de la unidad cuando se sincronizaba con la red en la central Costanera. “En la misma barra estaban todas las máquinas que estaban despachando de Costanera; al salir de servicio la barra quedaron también fuera de servicio el resto de las unidades, que sería tres en total”, se indicó. Se vieron afectados 310 MW de potencia que estaban despachados.
Las seis líneas de subte tuvieron problemas para circular, aunque para las 8 todas ellas y el Premetro ya funcionaban con normalidad. “Emova informa que este jueves, a las 7.15 aproximadamente, se registró un corte de tensión ajeno a la empresa por lo que el servicio se vio brevemente interrumpido. A las 7.30 se repuso la energía y la situación se vio normalizada”, indicaron en la compañía ante la consulta de LA NACION.
En tanto, desde alrededor de las 7 de la mañana, los vecinos de la zona sur del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) comenzaron a dar cuenta del problema a través de las redes. También se reportaban semáforos apagados en algunos barrios porteños.
El corte masivo se da un día después de que el Gobierno publicara en Boletín Oficial un plan de “Contingencia y previsión” para los meses estivales y de invierno, que atraviesen temperaturas extremas, ante la posibilidad de la escasez de energía eléctrica. Para ello, se establecieron medidas para la generación, el transporte y la distribución, así como para la aceleración de trabajos pendientes, alternativas y tarifas que quiten incentivo al consumo y reduzcan la demanda.
La primera parte del texto que lleva la firma del secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, se centra en explicar lo dispuesto para la oferta de energía, como por ejemplo “realizar todas las acciones que permitan obtener la importación de energía y potencia de los países limítrofes en horas de elevada exigencia de días críticos que oportunamente definirá Cammesa [la empresa que administra el mercado mayorista] y crucialmente en horas pico”.
Además, se formula la incorporación de “un esquema de remuneración adicional, complementaria y excepcional con base en potencia disponible (remuneración fija) y generación (remuneración variable) que promueva la disponibilidad de las centrales de generación térmica en meses y horas críticas, con vigencia desde diciembre de 2024 a marzo de 2026″, por el que se “habilitará a los Agentes Generadores titulares de Centrales de Generación Térmica a adherir a un Compromiso de Disponibilidad de Potencia y Mejora de la Confiabilidad para los meses de verano e invierno”.
Por último, el plan de contingencia eléctrica implementará un mecanismo de gestión de demanda de los Grandes Usuarios Mayores (Gumas), voluntario, programado y remunerado, que permita contar con oferta de reducción de carga a precio. Es decir, que aquellas empresas y usuarios del Mercado Eléctrico Mayorista podrán acceder a beneficios de menos costo a cambio de reducciones de consumo de energía.
El economista Julián Rojo dijo que el plan del Gobierno se centra en: maximizar importaciones de energía y potencia; aplicar una remuneración adicional a centrales térmicas; aplicar un despacho excepcional de Cammesa; gestionar la demanda de las grandes demandas; fomentar inversiones para ampliar transporte; establecer disponibilidad preventiva de transporte en nodos críticos, y rastrar UGEEMs para usar si es necesario.
“Los planes de contingencia tienen dos características: se aplican porque no se hicieron inversiones en el pasado; y son caros y alguien los tiene que pagar. Bien la Secretaria de Energía que reacciona, es peor tener alta frecuencia y duración de cortes con tarifas elevadas”, dijo el analista del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet.
LA NACION